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Punta Cardón.- Desde hace aproximadamente 11 días, pescadores del eje costero de Paraguaná han observado un derrame petrolero a la altura de la población de Tiguadare, municipio Carirubana. La fuga es de las tuberías que llevan crudo a las refinerías Amuay y Cardón del Complejo Refinador Paraguaná (CRP).
Aunque los pescadores de la zona alertaron a Pdvsa sobre el derrame, hasta este lunes 15 de marzo ninguna autoridad se había presentado al lugar para evaluar los daños. Pescadores del eje costero de Punta Cardón observaron la fuga de crudo a unos tres kilómetros de la orilla de Tiguadare, zona en la que principalmente se pesca camarones. La mancha de crudo se pierde hacia la zona de los manglares y Río Seco, municipio Miranda.
Este sería el cuarto derrame de petróleo que afecta el eje costero de Falcón en menos de un año. Los otros tres han sido reparados con recursos de Pdvsa, colocando grapas a la tubería para contener la fuga; sin embargo los residuos de crudo no se recogen según las normas ambientales internacionales, sino que con el tiempo se van al fondo del mar y acaban con el ecosistema marino.
La afectación de crudo no ha llegado a orilla de Punta Cardón, pero a lo lejos se puede ver mientras la marea lo lleva hacia las aguas del golfete de Coro y los manglares.
El último derrame petrolero se registró el pasado 24 de noviembre en el oleoducto que lleva crudo de Bajo Grande al CRP y fue reparado por buzos especializados y pescadores de Punta Cardón, quienes lograron colocar un tapón a la tubería en un trabajo de 18 días, ya que no han llegado las grapas (fabricadas en Estados Unidos), que se le han colocado a la tubería en las otras cinco fugas (dos de gas y tres de crudo) que se registraron durante el 2020, contaron a El Pitazo trabajadores del proyecto.
Los pescadores de Punta Cardón aseguran que las líneas que llevan crudo y gas a las refinerías no han tenido el mantenimiento preventivo que necesitan y por ello, se le hacen pequeños huecos por donde se genera la fuga de crudo o gas y qué es apreciada por los pescadores de las zonas porque Pdvsa no hace inspección al lugar.
“Nosotros somos los afectados, los que tenemos que irnos a otros pueblos a pescar porque el petróleo no nos deja trabajar, somos nosotros los que debemos tomarle foto y buscar las coordenadas de la fuga y darle parte a Pdvsa, además presionar para que lo reparen, de lo contrario seríamos un mar de petróleo y no de agua salada", dijo Rubén Arcaya.
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Pescadores, los más afectados
Pablo Gómez tiene 40 años de edad y desde los 28 años está dedicado a la pesca. Es mecánico y albañil certificado, con lo que trabajó por muchos años en el CRP, pero debido a los bajos sueldos tuvo que renunciar y recurrir al oficio que aprendió desde niño, junto a sus padres en la población de Punta Cardón.
Actualmente tiene tres hijos, el mayor de 16 años que dejó de estudiar para buscar el sustento diario en la pesca. Para Gómez no es nada fácil ser pescador y aunque están en la comunidad donde está el complejo refinador más grande del país, no cuentan con ninguna ayuda de Pdvsa.
“Los salarios de refinería cada vez están peor. Me tuve que retirar porque mi familia se estaba muriendo de hambre, la necesidad nos acobijaba y decidí meterle a la pesca. Sin embargo, ha sido todo un sacrificio, desde buscar la gasolina, hasta rezar para que la pesca rinda y no vayamos a pasar la noche en el mar sin traer nada", dijo.
Para Gómez la pesca cada vez está más triste, hay más familias necesitadas de alimento y menos peces, ya que de alejan con todos los desechos de las refinerías y los constantes derrames petroleros que afectan considerablemente la cría de especies. “En otros países del mundo, quienes viven cerca de la refinería reciben ayuda, esos pueblos están atendidos. Nosotros estamos olvidados, la plata es para ellos y el riesgo para nosotros", lamentó.
La población de Punta Cardón sufre los embates de un pueblo olvidado por el gobierno, además ha caído en la pobreza extrema que se puede apreciar a simple vista. El lugar está repleto de desbordes de aguas servidas que van directo al mar; el agua por tuberías no llega con regularidad y el alumbrado público es escaso. Aunque sus habitantes han pedido ayuda al gobierno, no han tenido las respuestas que la población espera.
