Recorrer 700 kilómetros en biclicleta. Esa fue la meta que se propuso Carmen Hinestroza para llegar desde Caracas a Maracaibo, estado Zulia, y poder compartir con su familia durante la cena de Navidad.
Llegó a tiempo. La mañana de este 23 de diciembre, antes de la Nochebuena, ya había pisado territorio zuliano y posaba alegre, aunque cansada, delante de un enorme letrero en el que se lee la palabra Cabimas, ciudad zuliana, que está ubicada a 50 kilómetros, aproximadamente, de la capital de la entidad, Maracaibo. La ruta puede recorrerse en unos 48 minutos.
«Aquí voy plácida, fresca y protegida», escribió Hinestroza como una frase de estímulo al dar las coordenadas de su ubicación en el grupo de Telegram que creó para compartir su recorrido: «Este es parte de mi hombrillo en la intercomunal de Ojeda-Cabimas-Santa Rita: árboles a lo largo de la vía. Es una excelente y viable idea para hacer ciudades más caminables y ciclables. ¿Verdad? Eso redunda en la calidad de vida. Sin duda», expresó.
Apenas comenzaba el día este 23 de diciembre y la joven ciclista ya relataba lo que eran sus primeros tramos en tierra zuliana. Su respiración, un poco agitada, y el sonido de la brisa que se mezclaba con el de los vehículos era la cortina de fondo que tenía en los audios compartidos con quienes siguen su recorrido en el grupo.
LEE TAMBIÉN
De Caracas a Maracaibo en bicicleta para estar con su familia en Navidad
«Buen día. Me encuentro recorriendo una recta bastante alargada. En estos momentos estoy pedaleando por zonas no urbanas. Creo que esto se llama Tía Juana y percibo un fuerte olor a derivados del petróleo. Y estoy, pues, confundida entre los olores que percibí en mi niñez, porque pasé mi niñez, hasta los cuatro años, en Cabimas, donde residí con mis padres. No debería estar respirando estas cosas, pero bueno, somos un país petrolero. Afortunadamente, no veo casas y supongo que la gente no está respirando esto por acá cerca», contó.
En un nuevo audio, la joven deportista narró que aunque estaba fatigada por el recorrido seguía manteniendo el ánimo suficiente como para completar la ruta que se trazó y que inició el pasado 17 de diciembre en Caracas.
«Acabo de pasar ya el campo petrolero. Me encuentro muy bien, siento que tengo suficiente energía. Me encuentro pedaleando en plano para poder rendir porque, verdaderamente, a estas alturas del viaje me siento bastante fatigada, pero allí estoy. Tengo aguante», anunció más adelante.
En sus relatos, Hinestroza reconoce que el camino es retador. Sin embargo, ella tiene sus propias estrategias, tanto físicas como emocionales, para no dejar de pedalear. La familia la espera en Maracaibo, así que estará durante Nochebuena nuevamente en casa.
LEE TAMBIÉN
Padre e hijo viajan 1.087 kilómetros desde Cabimas a Bogotá en bicicleta
«Si empiezo a sentir que quiero detenerme, miro hacia adelante y fijo un punto de parada. Escojo un árbol lejano, algún lugar que me haga adelantarme, algo que me empuje. De repente, inclusive cuando llego a ese punto, me encuentro con una bajada prolongada muy próxima y esa tentación es mayor: la bajada me lleva más lejos aún… Y yo gozo de mi travesura», escribió.
Punto de partida
El viaje de Hinestroza comenzó el pasado 17 de diciembre desde la ciudad de Caracas, donde reside, y espera culminarlo en la ciudad de Maracaibo, donde la espera su familia. La joven deportista es aficionada al ciclismo, y de hecho, en su canal de Telegram expresa que es una de sus pasiones.
A lo largo del recorrido otros ciclistas le han prestado apoyo. También los moradores de cada pueblo que pisa le han dado comida y espacio para descansar. Ella explica que la preparación física, la alimentación y el descanso son claves para completar este recorrido.
Mientras se acercan las horas para Nochebuena, Hinestroza sigue pedaleando para llegar a tiempo a casa y poder desear, personalmente, a sus seres queridos una feliz Navidad.