EN
Por falta de un vehículo con gasolina y por no contar con la colaboración de instituciones municipales que pudieran trasladar el cuerpo de una niña que falleció en El Guanábano, caserío del municipio Zamora, estado Falcón, sus familiares recorrieron 12 kilómetros hasta el cementerio más cercano para darle cristiana sepultura.
La información, publicada en las redes sociales de un diario digital local, señaló que el hecho ocurrió el pasado jueves 3 de septiembre, cuando tras la muerte de la niña Yoharis Bracho se necesitó trasladarla hasta la funeraria, ubicada en la población de Cumarebo, a unos 50 kilómetros de distancia en vehículo. Esto no fue posible debido a que en El Guanábano ninguno de los jeeps disponibles tenía gasolina. Por esta razón, la familia de la pequeña solicitó al alcalde del municipio Zamora, a través de las redes sociales, la asistencia de una ambulancia, pero esta nunca llegó.
Pacientes crónicos protestan frente a la casa de Omar Prieto por escasez de gasolina
Yormalys Chirinos explicó en un mensaje de WhatsApp que debido a los escasos recursos de la familia, se solicitó la ayuda de la Alcaldía zamorana. Quien respondió a la solicitud humanitaria fue el alcalde del municipio Tocópero (localidad vecina), Neptali Quero, quien envió hasta el pueblo al personal que embalsamó el cuerpo de la pequeña.
Después de completar el proceso de preparación del cuerpo de la niña transcurrieron más de 12 horas, luego de lo cual vino lo más difícil: encontrar quién trasladaría la urna, que también fue donada por la Alcaldía de Tocópero, hasta el cementerio cercano a El Guanábano.
En la zona, los conductores pasan días en una cola para poder abastecerse de gasolina y no siempre tienen éxito. La imposibilidad de los familiares de no poder llevar la urna, pues no cuentan con vehículo y tampoco tenían dinero para comprar gasolina dolarizada y ofrecérsela a uno de los conductores de los jeeps del pueblo, los obligó a hacer uso de lo que tenían a la mano.
Para recorrer los 12 kilómetros hasta el cementerio más cercano, montaron la urna de la niña en una carrucha, lo que hicieron porque la vía por donde la sacaron del caserío no estaba en tal mal estado.
Después de tres kilómetros amarraron la caja a la parte trasera de una motocicleta, y los últimos seis o siete kilómetros del recorrido los hicieron caminando con la urna llevada en los hombros de varias personas. Así llegaron al camposanto para darle cristiana sepultura a Yoharis, 24 horas después de su fallecimiento.
Muchas familias que viven en localidades alejadas de las ciudades más pobladas sufren a diario el no tener cómo trasladarse para cumplir con sus tareas de comprar alimentos o conseguir agua. Por otra parte, el transporte es nulo porque la escasez de gasolina ha dejado fuera de circulación a las unidades que prestaban el servicio hasta estas comunidades.
