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Coro.- Hace 12 años, el deseo colectivo de Graciela Pérez y Manuel Hurtado de contribuir en el crecimiento de una población con discapacidad intelectual moderada para que tuvieran espacio donde crecer y formarse dio como resultado, en diciembre de 2008, la conformación de una pequeña agrupación de niños con capacidades especiales que cantaban villancicos con campanas y recorrían los pesebres en la población de La Vela, estado Falcón.
Demostrar que no hay barreras ni obstáculos y que el amor y la disciplina podían superar cualquier dificultad fue un esfuerzo —ahora Pérez y Hurtado lo reconocen— titánico. Las ganas de promover la inclusión fueron más fuertes, lo que les permitió fomentar la integración de instituciones públicas y privadas en eventos maratónicos con apoyo de los medios de comunicación del estado Falcón.
Las reseñas en los medios de comunicación nacionales no tardaron y muchas manos ofrecieron su aporte, con lo que se pudo adquirir la sede principal de la fundación Ángeles Especiales, ubicada frente a la plaza Bolívar de la parroquia La Vela.
La matrícula se hizo más extensa, y gracias a convenios nacionales con el Ministerio de Educación, se consolidó la apertura de clases a través de la Misión Ribas y ya sus pupilos han sido formados como guías turísticos patrimoniales, además de haber sido incluidos en escuelas y universidades regulares, recibiendo el pasado 2 de diciembre sus acreditaciones como bachilleres de la República de Venezuela.
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La institución —sin fines de lucro— atiende actualmente a 78 niños, niñas, jóvenes y adultos con capacidades especiales. Reciben atención psicológica y psicopedagógica, además de programas artísticos y de aprendizaje en diversas áreas como música, danza, teatro, capacidades olímpicas, artes plásticas, turismo, patrimonio, gastronomía y Misión Ribas Especial.
Han tenido como casa el Teatro Armonía de Coro y el Ateneo de Punto Fijo en lo artístico, para estar cerca de la familia falconiana. Además, han tenido la oportunidad de explorar el país visitando los escenarios del teatro Lía Bermúdez, el Palacio de Bellas Artes y el teatro Baralt, en el estado Zulia; los teatros Tulio Febres Cordero y César Rengifo, en el estado Mérida; y el Aula Magna de la Universidad Central de Venezuela (UCV), el hotel Alba Caracas y el teatro Teresa Carreño, en la capital del país, con musicales adaptados al teatro con perfiles pedagógicos, reflexivos y recreativos.
Han presentado hermosos musicales con funciones agotadas, entre los que se destacan Harry Potter y el coro de Ángeles Especiales, El Rey León, La Sirenita, Moana, El Grinch que se robó la Navidad, Bien Zapateao, Coco y la crónica teatral de Juan Gabriel, Noa Noa, mostrando habilidades histriónicas de inclusión, protagonismo y realce de los Ángeles Especiales.
En la era 2.0
Gracias al auge de la tecnología y la innovación 2.0, la fundación cuenta con un perfil en Instagram con más de 4 mil seguidores, lo que ha generado en los medios y escenarios nacionales interés por el arte y destrezas de los chicos con síndrome de Down, Asperger, autismo o retardo moderado que, día tras día, mejoran gracias a las técnicas de coreografía, canciones y libretos teatrales de la mano de profesionales expertos de la región.
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En el año 2011, el modelo de la Fundación Ángeles Especiales fue seleccionado para representar el área de la musicoterapia en personas con discapacidades especiales de Venezuela, celebrando el congreso iberoamericano frente a todos los países del Alba, en el Palacio de Convenciones de La Habana, Cuba.
Servicios para fortalecer
Hoy en día, la fundación cuenta con importantes programas para el aprendizaje, como turismo y patrimonio, capacidades olímpicas, gastronomía, musicoterapia, psicodanza, teatro inclusivo, artes plásticas y misión Ribas, además de los apoyos de profesionales de la salud, quienes prestan sus servicios en medicina general, medicina genética, fisioterapia, pediatría, neurología, psicología, psicopedagogía, terapia de lenguaje, enfermería y bioanálisis.
Además de la confianza y el desprendimiento de los padres y representantes, el apoyo de los inspiradores, profesores y la comunidad en general, se ha consolidado el compromiso de la organización social con los ángeles especiales en no decaer ante las adversidades.
