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Coro.- La emblemática plaza Linares, ubicada en el centro de la capital del estado Falcón, y donde convergen los ciudadanos para descansar del ajetreado bullicio comercial de la avenida Manaure o esperar el trasporte público, que tiene parada obligada en ese tradicional espacio, es hoy en día el epítome de la desidia municipal al convertirse en un vertedero de basura.
La denuncia la hicieron quienes a diario esperan el transporte de las distintas rutas suburbanas o quienes tienen la plaza como sitio de encuentro para alguna cita o para disfrutar de una conversación bajo la sombra de alguno de los frondosos árboles que pueblan el lugar.
A quienes pisan a diario la plaza Linares les cuesta creer que el Gobierno regional derroche recursos para alumbrar y colocar luces y decoraciones en lugares similares fuera de la zona céntrica, pero permite que la basura se adueñe de la histórica plazuela.
Darío Chirinos alegó que es incomprensible el abandono en el que se encuentra ese espacio, que es punto neurálgico de encuentro y referencia para todos los corianos.
La basura acumulada por días, la ausencia de alumbrado y cestas para colocar los desechos sólidos y el abandono de las bancas evidencia la falta de atención de las autoridades municipales, más pendientes de unas elecciones que de hacer su trabajo.
La basura no solo inunda la plaza Linares, sino también las plazas Indio Manaure, Zamora, Falcón, Urdaneta y Monzón, que amanecen repletas de desechos y escombros. Este abandono de los sitios públicos y colectivos es producto no solo del desafecto de la Alcaldía del municipio Miranda, sino también al comportamiento de comerciantes y vecinos de los sectores Chimpire, Pantano y La Guinea, que se cansaron de esperar por el camión del aseo urbano, que debería pasar una vez a la semana.
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María Castro, asidua visitante de la plaza Linares por estar cerca de su vivienda, señaló que tanto el Gobierno regional como el municipal deben reconocer que la ciudadanía necesita estos espacios al aire libre, limpios y sin basura debido a que son una especie de desahogo durante la cuarentena por el COVID-19, para no estar en sitios cerrados.
Para la ciudadanía es importante contar con lugares abiertos, que son más apropiados durante la pandemia. Pero también se requiere que estén limpios. Por esta razón los vecinos exhortaron a los gobiernos local y regional a tener un sentido conservacionista en relación con las plazas de Coro, más aún cuando es época decembrina.
