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Barquisimeto.- Monseñor Tulio Manuel Chirivella, quien se desempeñó como arzobispo de Barquisimeto por 25 años, falleció la noche del 10 de abril a sus 88 años de edad en la ciudad de Miami, Estados Unidos, donde vivía con sus familiares desde hace varios años.
Monseñor Víctor Hugo Basabe lo informó a través de su cuenta Twitter, donde escribió: “Con profundo dolor y con la certeza puesta en el Resucitado, debo comunicarle a todo el pueblo fiel de Barquisimeto que hace aproximadamente una hora falleció en Miami Mons. Tulio Manuel Chirivella, Arzobispo Emérito, gran pastor de su pueblo. Paz a su alma. Dios sea su descanso".
En el comunicado, emitido desde la Arquidiócesis de Barquisimeto, agradecieron la vida dedicada a la ciudad, donde impulsó “la vivencia del reino de Dios, el crecimiento y formación en la fe de nuestro pueblo, formando y ordenando sacerdotes para nuestra Iglesia, acercándose a las más diversas realidades sociales, siendo para todos un padre, signo y presencia de Dios entre sus hijos".
El 22 de diciembre de 2007 se anunció su retiro como arzobispo de Barquisimeto, por motivos de edad. Su sucesor fue monseñor Antonio José López Castillo, quien renunció en el mes de marzo de 2020, por motivos de salud. En la actualidad, Víctor Hugo Basabe es el administrador apostòlico, sede vacante, mientras se nombra un nuevo arzobispo.
Grandes responsabilidades
Monseñor Tulio Manuel Chirivella Varela era oriundo del estado Carabobo. Recibió la ordenación sacerdotal el 11 de noviembre de 1956.
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Fue canciller en la Diócesis de Valencia, director del Liceo Monseñor Beller, consultor diocesano, asesor del Movimiento Estudiantil Cristiano, secretario de comunicación social para los organismos de masas, defensor del vínculo, juez adjunto del Tribunal Eclesiástico, vicario capitular y vicario general.
El 15 de junio de 1999, Juan Pablo II lo designó administrador apostólico de la Arquidiócesis de Maracaibo. Después fue vicepresidente de la Conferencia Episcopal Venezolana (CEV) en los períodos 1987-1990 y 1990-1993, y presidente desde julio de 1996 hasta julio de 1999.
Desde la Arquidiócesis pidieron a los feligreses elevar sus oraciones por el descanso eterno de monseñor Chirivella. “Que la semilla de bien que sembró entre nosotros pueda fructificar y permanecer por generaciones", pidieron en el comunicado público.
