Indígenas solicitan ayuda urgente por deslaves en la Sierra de Perijá

Las vías de acceso a la comunidad yukpa de Toromo están tapiadas y obstruidas, familias sufren por la desaparición de familiares que hasta ahora no han sido localizados

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Desde la noche del jueves, las fuertes lluvias han provocado la crecida del río Kunana, afectando a las comunidades cercanas. Foto: Johandry Andrea Montiel

Pasadas las 9:00 de la noche de este jueves, los vecinos de esta comunidad indígena yukpa de Toromo, en la Sierra de Perijá, comenzaron a escuchar cómo el río iba creciendo y agarrando otros espacios.

Cerca de la medianoche, el cauce era de tal magnitud que el agua comenzó a llevarse todo a su paso, incluyendo viviendas y enseres de más de mil familias que hoy están damnificadas.

Ana Karina Romero, habitante de esta cuenca, relató que otras 700 familias habrían quedado del otro lado del río incomunicadas y no tienen manera de contactarlos para saber en qué condiciones están.

El desastre natural en la comunidad indígena tumbó además los puentes de hierro de las vías que comunican con otros sectores, por lo que permanecen aislados y sin señal telefónica.

Siete desaparecidos

Al menos 1.800 personas se encuentran damnificadas, después de que el deslave arrasa con cerca de 300 viviendas de Toromo. Foto: Johandry Andrea Montiel

Al menos siete desaparecidos es el saldo de un deslizamiento de tierra ocurrido en horas de la noche que afectó a al menos 200 comunidades indígenas de la Sierra, donde hay serias afectaciones en vialidad, servicios básicos (como telefonía y electricidad) y el acceso al agua potable.

Entre los desaparecidos, hay seis menores de edad y un adulto. Alrededor de 1.800 personas que integran más de 860 familias se encuentran afectadas por el siniestro, así como la afectación de al menos 300 viviendas en calidad de damnificados.

El primer comandante del Cuerpo de Bomberos de Machiques, David Parra, indicó que esto se produjo “por la gran cantidad de lluvia acaecida en la parte alta de la serranía de Perijá y que ha hecho que se desprenda parte de la sedimentación y de los cerros". Y calificó al hecho como “de gran escala, impredecible y como desastre natural".

Parra indicó que se habilitó un refugio para la atención y resguardo de estas personas, y aseguró que las primeras acciones a tomar son la recuperación inmediata de la vialidad para acceder a otras zonas perjudicadas y facilitar el agua potable y la alimentación, además de la atención psicosocial de las comunidades.

El funcionario afirmó que de este tipo de hechos en la zona se tienen antecedentes los acaecidos en el año 1996 con una crecida súbita que tuvo el río Kunana y en el 2009 con un deslave en el área.


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“Perdí a mis cinco sobrinos"

“Estamos pidiendo que nos auxilien, nosotros tenemos ya cinco muchachos perdidos. Queremos salir y queremos que nos ayuden", decía Guillermina Panapera, habitante de la comunidad de Toromo, quien aseguró que tampoco pueden salir por sí solos de la zona por la zozobra generada tras el deslave.

La mujer afectada afirmó que cinco de los jóvenes que forman el grupo de siete personas desaparecidas por la crecida del río pertenecen a su familia. “Que me ayuden, perdí a mis cinco sobrinos", pidió.

“¿Cómo los vamos a sacar? Se nos puede perder otro niño. Esto está terrible", se lamentó Panapera entre llantos, quien instó a las autoridades a prestar auxilio ante la magnitud del siniestro; “hay una señora que está sola con sus dos hijos, ella también lo perdió todo, no tenemos nada".

Afirmó que los habitantes de la comunidad del Cerro El Mene, están atrapados por la crecida del río que necesitan atravesar para salir de la zona. “Yo no voy a salir hasta que hasta que no me ayuden –a sacar– a los campesinos, a los niños, a mis hijos que tengo por allá. Estoy amanecida, no he podido dormir", agregó.

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