Barquisimeto.- Un muerto y un herido es el saldo del motín que se registró la noche del 6 de enero en el Centro Penitenciario David Viloria, conocido como la cárcel de Uribana, en Barquisimeto, capital del estado Lara.
Según el Observatorio Venezolano de Prisiones (OVP), la reyerta se originó en los módulos 5 y 6 por un cambio de poder entre las bandas delictivas que operan en la cárcel.
Un día después del motín, la Guardia Nacional (GN) mantiene un cerco alrededor de la cárcel y las madres de los reclusos se concentran en las afueras para exigir a las autoridades que eviten otro derrame de sangre en Uribana, de acuerdo con testimonios recabados por el OVP.
Los familiares advirtieron que hay heridos sin recibir atención médica y aseguraron que temen por la integridad de los reclusos.
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“Ellos están pasando muchas necesidades, tanto con el agua como la comida y muchas enfermedades (que padecen) como la tuberculosis, desnutrición, maltratos y agresiones contra ellos y los familiares", relató a la organización la mamá de un recluso que reservó su identidad. Igualmente, pidió a las autoridades no tomar represalias con traslados a prisiones remotas porque los familiares no tienen recursos para movilizarse. “Somos humildes. Algunas veces tenemos que pedir para los pasajes", sostuvo.
Asesinato desencadenó un secuestro
Roiber Alejandro Pereira Mendoza es el nombre del recluso asesinado en la reyerta. Su muerte desencadenó el secuestro del director de la cárcel durante varias horas la noche del miércoles.
A Pereira le dispararon en el pecho cuando intentó mediar para resguardar a un herido de bala que fue identificado como Robert José Amaro Sangroni.
Pereira tenía 5 años y medio en la cárcel de Uribana. Fue sentenciado a 11 años de prisión por robo y uso de adolescente para delinquir y ya había cumplido la mitad de la pena.