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Punto Fijo.- Las luces y el tránsito no se apagan en las noches en la avenida Doctor Portillo, durante esta primera semana de julio, pareciera que la noche no llegará por la cantidad de personas en el lugar; unas hacen cola dentro de sus vehículos para abastecer combustible y otras pernoctan en fila para vacunarse contra la Covid-19 en el gimnasio cubierto Fenelón Díaz, único centro donde se coloca la vacuna para los habitantes de los tres municipios de la Península de Paraguaná.
Luego de que el Estado se retrasara unos días en la puesta de la primera dosis de la vacuna, la situación empeoró y ahora todas las personas que quedaron rezagadas hacen largas filas de hasta ocho horas para poder vacunarse. Unos llegan a primera hora a la fila, pero la mayoría prefiere pernoctar en el lugar ya que el transporte público a los municipios vecinos es pésimo y también esperan pasar en los primeros grupos para evitar ser arropados por el sol inclemente característico de Punto Fijo.
Hildemaro Valles es habitante de Judibana, municipio Los Taques, recibió el mensaje luego de registrarse a través del portal del Ministerio de Salud y aunque llegó en la hora y el día estipulado, le informaron que no había llegado la vacuna y que acudiera nuevamente este miércoles a las 10:00 am. Valles decidió llegar a primera hora, para su sorpresa tenía unas 2.000 personas por delante, además no hay cola preferencial y tampoco hay como resguarde del sol. «Estuve nueve horas en cola, bajo ese sol inclemente. Salí a las seis de la tarde y a esa hora es muy difícil el transporte público para Judibana, estaba muy asustado de pasar otra noche en la calle, sin saber qué efectos podía tener la vacuna en mi cuerpo. Creo que ese retraso de la vacuna ha generado un despelote que no había», expresó.
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Durante la primera semana de julio, las colas para vacunarse, tanto la primera como la segunda dosis, son bastante grandes y atraviesan el Centro de Punto Fijo. Algunas personas regresan a sus hogares sin haberse vacunado y otras esperan hasta el final, sin tomar agua ni comer nada. «Lo más díficil es que uno se queda pensando cómo se va a devolver a casa después de vacunarse, aquí ya casi no hay transporte y uno vive es caminando» expresa Valles.
Las jornadas de vacunación son atendidas por aproximadamente 50 personas que forman parte del personal de salud en la región; luego de que van entrando al gimnasio cubierto, los separan en grupos de primera y segunda dosis, les llenan la tarjeta y de último reciben la vacuna. Cuando inició el proceso de vacunación en el lugar era ejemplo, las personas refirieron que no tardaban ni media hora, pero el atraso de la llegada de la vacuna, acumuló las dosis diarias que deben poner según el sistema Patria.
La Secretaria de Salud, publicó en sus redes sociales este 6 de julio que se han puesto 50.000 personas en la región falconiana, aunque no hay detalles del proceso, por los vacunados se sabe que han colocado la de procedencia China y Rusa.
