Cabudare.- En el Parque Nacional Terepaima se registra un incendio de vegetación desde el 15 de abril. El pulmón vegetal de 18.650 hectáreas del municipio Palavecino tiene extensiones ocupadas ilegalmente por un frente de campesinos desde comienzos de 2019. Este grupo es señalado de provocar el último incendio entre la Fila de Cocodrilos y la quebrada Guamacire para preparar los terrenos para la siembra a la espera del ciclo de lluvias.
El Comando Unificado de Bomberos Forestales está desplegado desde hace cuatro días en la reserva natural para extinguir las llamas.
El cronista parroquial de Agua Viva, José Luis Sotillo, advirtió que el incendio afecta cinco parroquias en tres municipios: Juárez, en Iribarren; Agua Viva y José Gregorio Bastidas, en Palavecino; y Sarare y Gustavo Vegas León, en Simón Planas. También pone en riesgo el caudal del acuífero Guamacire que abastece a Las Cuibas y una parte de El Manzano, comunidades con fallas en el suministro de agua por tuberías.
“Es una tala organizada y muy bien orquestada por unos sectores, que dicen llamarse campesinos, que en el orden de la supuesta soberanía alimentaria están devastando zonas protectoras y áreas protegidas que corresponden al Parque Nacional Terepaima. Esos incendios también se generaron en marzo del año pasado. Como el foco de invasión fue de menor proporción porque habían pocas personas no fue de la misma magnitud que vemos ahorita", denunció.
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Acciones urgentes
Sotillo indicó que los invasores pasaron de ocupar seis a doce hectáreas y cultivan rubros prohibidos en zonas protegidas como caraotas, yuca y maíz.
“Esos cultivos deben estar regulados y ellos no tienen ningún tipo de orientación sino el provecho económico y cuántos dólares le pueden quedar por la venta de cada saco", subrayó.
Mencionó que en el Terepaima hay un ecocidio que compromete la flora y fauna silvestre. Las llamas, reiteró, desplazarán a los animales bosque adentro si sobreviven. “La parte donde están ocasionando los incendios es frecuentada por el oso frontino", recalcó.
A la par, indicó que más allá de combatir las llamas, es urgente que las autoridades desalojen a los invasores de las zonas protegidas y apliquen sanciones establecidas en la legislación venezolana, incluyendo el proceso de reforestación para resarcir los daños causados en un parque nacional.
“Una vez que logren controlar esta situación hay que hacerle un diagnóstico aéreo al parque y determinar dónde están los focos de invasión y de tala y deforestación. Los cuerpos de bomberos, Inparques y la Guardia Nacional han hecho lo propio: controlado los incendios, pero hace falta corregir el problema de invasión", subrayó.
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