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Mientras hizo la cola para vacunarse contra el COVID-19 en unos de los pasillos del Hospital Universitario de Maracaibo (HUM), Pedro -un enfermero cuya identidad se reserva por seguridad- no dejó de pensar en su abuela: una señora de 76 años, que padece de diabetes, de hipertensión y es invidente.
El joven de 25 años ya padeció de COVID-19, sabe que se puede volver a infectar, pero hubiese preferido inmunizar a la persona más vulnerable de su familia. “Hubiese querido darle mi vacuna a mi abuela, porque no sé cuándo van a vacunar al resto de la población, y ella es vulnerable. Me siento bien, porque me vacuné; pero no puedo dejar de pensar en mi familia", aseguró el enfermero en entrevista telefónica.
Pedro es una de las docenas de trabajadores del centinela Hospital Universitario de Maracaibo que recibió este lunes, 22 de febrero, la primera dosis de la vacuna rusa Sputnik V. La segunda le corresponde en 21 días.
“Tenía miedo porque es una vacuna nueva y está en fase 3. La mayoría de los que nos vacunamos teníamos la tensión un poco alta, pero creo que era por el nerviosismo", agregó.
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Pedro comenzó a documentarse sobre la efectividad de la vacuna rusa el sábado, 20 de febrero, cuando las primeras dosis fueron descargadas en el HUM. “Yo sabía que nosotros íbamos a ser los primeros; entonces, me puse a investigar y cuando llegué hoy (martes) al hospital me sentí más seguro al escuchar y ver que los médicos especialistas también se estaban vacunando".
La vacunación en el HUM se mantendrá durante toda la semana y fue organizada por áreas. Según los cálculos del enfermero, al menos 70 por ciento del personal que le correspondía la inmunización este lunes, asistió.
Las vacunas Sputnik V que llegaron a Zulia fueron distribuidas en el Universitario en Maracaibo y en el Hospital de Santa Bárbara en el Sur del Lago. Los inmunizados serán el personal de salud, de seguridad, trabajadores sociales y los diputados de la Asamblea Nacional oficialista, según informó el jueves 18 de febrero el gobernador de Zulia, Omar Prieto.
Para Pedro, la vacuna es una esperanza y la única opción que tiene el personal de salud ante las carencias de equipos de bioseguridad adecuados para hacerle frente a la pandemia en los centros de salud.
“Es esto o es nada. Es lo que tenemos, ya queda en uno acceder o no. Ya hay menos equipos o insumos de bioseguridad para protegernos. Entonces, esta vacuna es una oportunidad para protegernos un poco nosotros. Los que padecimos el COVID-19 sabemos lo difícil que es eso. No es la vacuna de Pfizer o la moderna, cuya efectividad es mayor y está más comprobada, pero si es lo que hay, tenemos que ponérnosla", comentó el enfermero.
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