Por: Radamés Graterol
“Los datos son el nuevo petróleo, quien tiene el control de los datos, controla el país"
Martín Hilbet.
Desde tiempos muy remotos los candidatos y organizaciones políticas han utilizado diversos medios de comunicación para persuadir a los electores, por esa razón la comunicación política ha pasado de la campaña con murales esculpidos en las polis griegas, el contacto directo “boca oreja" la radio, televisión y los grandes mítines, al uso de la Big data electoral y la combinación del uso de varios medios, sobre todo en campañas polarizadas.
¿Qué es la Big Data electoral?
Durante nuestra navegación en internet, uso de aplicaciones y dispositivos electrónicos, nosotros como ciudadanos y electores dejamos huellas y rastros que de alguna forma ofrecen datos para construir perfiles a quienes investigan en las campañas electorales.
En tal sentido, según varios consultores políticos donde destaca el español Antonio Gutiérrez Rubí, la Big Data Electoral consiste en “captar los enormes volúmenes de información-intención de voto, preocupaciones, gustos, intereses, aficiones, etcétera, que producen los votantes especialmente en medios online, con el fin de procesarlos y analizarlos para conocerlos mejor, lo cual permite , con base en ello, micro segmentarlos, entregarles propaganda personalizada y predecir su comportamiento"
¿Qué podemos hacer con la Big Data electoral?
El marketing electoral tradicional segmenta a los electores a través de encuestas, grupos de enfoque, análisis de contenido, por ejemplo, en variables e indicadores como intención de voto, filiación política, estratificación social, edad, género, problemática y ubicación geográfica.
Gracias a la Big Data los comandos de campaña pueden conocer de manera más exhaustiva y pormenorizada al elector. Debido a que captan sus gustos, aficiones, valores, preocupaciones, recorridos, a través de redes sociales, whatsapp, telegram, correos electrónicos, GPS, pueden complementar la información proveniente de la investigación básica. Seguidamente micro segmentan a los ciudadanos, a los fines de clasificarlos para la comunicación estratégica.
Una vez que se tiene una hipersegmentaciòn electoral y se conocen los temas de relevancia con el uso de la Big Data, los candidatos y partidos pueden comunicar eficientemente: producen contenido específico y atractivo por medio de los mensajes diferenciados diseñados para que impacten a cada pequeño grupo objetivo.
Identificar patrones de comportamiento.
Al usar Big Data en forma inteligente, los aspirantes políticos pueden tener de la mano de sus asesores patrones de comportamiento que le permita por lo menos predecir cómo votarán los electores en determinados comicios.
Una de las grandes fortalezas de la Big Data en campañas es que permite identificar los canales a través de los cuales los electores se comunican. Este es un elemento esencial para divulgar los mensajes estratégicos en forma oportuna; para garantizar la bidireccionalidad.
Una gestión profunda de la Big Data facilita a los candidatos la posibilidad de establecer una comunicación bidireccional e instantánea usando diferentes dispositivos móviles, multipantallas como celulares, tablets, laptops, aparatos que en la actualidad se han convertido, prácticamente, en una extensión del cuerpo de la gran mayoría de nosotros.
Movilización electoral enfocada.
Cuando se investiga bien, combinando los métodos tradicionales con la Big Data electoral, se puede identificar quienes son los votos potenciales a favor, neutros y en contra de cada candidato o partido según sea el caso.
Estas herramientas, entonces, son de importancia capital para enfocar los recursos en movilizar a los electores que nos interesan, sin distraernos fuera del objetivo. En consecuencia, es una herramienta fundamental en las campañas polarizadas.
En 1995 gané mi primera elección como alcalde del municipio Morán del estado Lara, Venezuela, luego de una campaña polarizada. Por ocho votos de ventaja no tuve la fortuna de contar con un instrumento como la Big Data Electoral.
Quienes sí lo han utilizado directamente como candidatos, en comicios polarizados también , han sido, en EE. UU., Donald Trump, y por supuesto Rodolfo Hernández, quien fue una sorpresa al pasar a la segunda vuelta en las pasadas elecciones en Colombia, contra el presidente Gustavo Petro.
Por su parte, Jair Bolsonaro, presidente de Brasil, también ha usado la Big Data. Contra todo pronóstico de las encuestas más reconocidas pasó a segunda vuelta el domingo 2 de octubre, quedando apenas por debajo aproximadamente por un 4% del fuerte adversario Luis Ignacio “Lula" Da Silva, cuando se afirmaba que perdería por 14 %.
RADAMÉS GRATEROL | @radamesgraterol
Politólogo venezolano egresado de la Universidad Central de Venezuela. Profesor universitario, exalcalde y consultor político.
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