Transversalidad

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Por: Cesar Mogollón

Los clivajes políticos tradicionales derecha-izquierda, socialismo-capitalismo, entre otro tipos de antagonismo, han dominado la escena pública para definir los espacios de opinión e ideas de los partidos políticos y los ciudadanos. Los medios de comunicación también entran en este panorama, en ellos se reproduce y promueve esos mapas ideológicos, fortaleciendo esa imagen absoluta de la bipolaridad política.

En los últimos años los medios tecnológicos están ayudando a democratizar la información, debilitando el monopolio ideológico de élites políticas y comunicacionales, las preguntas de un ciudadano  pueden ser multiplicadas por millones. Esta revolución de la información es una oportunidad para cambiar el sentido de la política y ponerla en espacios horizontales, plebeyos, sin las asimetrías molestas del poder.

En el mundo numerosos conflictos estallan por tratar forma diferente a los ciudadanos, sea por su condición de inmigrante, tipo de etnia, orientación sexual, religión, pensamiento político u otra distinción que nos caracteriza como humanidad, pero que en ciertos ámbitos de poder sirven para segregar poblaciones, estratificando su valor como seres humanos. Ninguna nación escapa de este flagelo, aunque los grados de intensidad sean disímiles, existen Estados con políticas para aminorar las desigualdades económicas e institucionales, otros simplemente la refuerzan.


En los últimos años los medios tecnológicos están ayudando a democratizar la información, debilitando el monopolio ideológico de elites políticas y comunicacionales, las preguntas de un ciudadano  pueden ser multiplicadas por millones

César Mogollón

Por ende es imprescindible como política global y nacional, asumir la gestión pública  transversalmente como instrumento de gobernanza, combatiendo los problemas sociales universalmente, integrando y concientizando a los pueblos de los retos que existen en el devenir mundial,  que no pueden ser postergados. 

Actualmente nos encontramos con varios frentes de protestas, que comprometen alcanzar un plan de garantías sociales. En la lucha feminista observamos la igualdad de género y el reconocimiento del papel de la mujer en la sociedad (una deuda todavía por saldar); los efectos del cambio climático procuran la organización y sensibilidad de todos para impedir seguir contaminando y destruyendo los bienes naturales por intereses particulares. Entre estas batallas y otras más es el sentido de ampliar el horizonte político, en donde la cólera de la arenga o la voz incendiaria del agitador, no explica ni entiende la realidad contemporánea.

El malestar social que concebimos en la sociedad es un cúmulo de necesidades insatisfechas y expectativas de individuos y grupos sociales que aspiran a otra realidad. Luchar por una reivindicación es luchar por todas las jerarquías en el marco de los derechos es inadmisible. De igual forma las estructuras de poder acostumbradas a los ejes piramidales hoy permanecen en la inestabilidad, nuevas generaciones esperan no solo tener voz, sino que esa voz tenga poder y acción.

Trabajemos en articular a los insatisfechos, incómodos de ideas, rebeldes de la participación; es el tiempo de dar comienzo a un eje transversal de la política venezolana como antípoda de la polarización; hagamos de la organización unión y acción, para derrotar el inmovilismo y la fragmentación.


CÉSAR MOGOLLÓN | @CESARMOGOLLONG

Activista político, coordinador nacional del Movimiento Político Alianza Centro Venezuela

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