Un terreno baldío, ubicado en la avenida Juan Bautista Arismendi, se ha convertido en éstas navidades en un popular centro comercial a cielo abierto, donde cientos de familias neoespartanas se organizan cada sábado y domingo para vender y comprar artículos usados en buen estado.
Esto es una alternativa que, según ellos, les permite poder obtener los acostumbrados estrenos y regalos de ésta época del año, como para otros un ingreso económico en éstas navidades, tal y cómo lo afirmó a El Pitazo, el lunes 14 de diciembre, Julio César Bellorin, quien ya tiene dos fines de semana consecutivos trabajando en éste lugar denominado «La corotera».
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«Mi esposa es enfermera y yo trabajo como seguridad de una empresa y de verdad que actualmente los sueldos que nos pagan no nos alcanza para cubrir nuestras necesidades y mucho menos para poder comprar, como en años anteriores, la ropa, zapatos y regalos de Navidad a nuestros dos hijos; por lo que decidimos vender lo que no usamos y con el dinero que obtenemos comprar comida o reinvertirlo en otras cosas usadas que si necesitamos», detalló.
Bellorín considera que esto no debe ser la solución para los venezolanos, puesto que todo aquel que trabaja debe poder cubrir con sus sueldos sus necesidades y no tener que verse en la obligación de salir de sus pertenencias para comer o vestirse. «Aquí tampoco es que se gana mucho, pero qué más nos queda, aunque sea hacemos entre 40 y 50 dólares con los que podemos ir y comprar la comida de la semana», dijo.
También están aquellos que no van a ofrecer sus artículos, sino a comprarlos, tal es el caso de Carmen Salcedo, una administradora de una empresa que cada fin de semana acude a «La corotera» en busca de los regalos para sus hijos y sobrinos. «Aquí se consiguen zapatos, ropa, bicicletas y juguetes en muy buen estado y económicos. Es la única forma que podemos actualmente, con ésta crisis económica, comprar alguito y medio pasar una Navidad», afirmó.