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Barcelona.- Desde el 5 de julio hasta el 2 de agosto, el gobernador del estado Anzoátegui, Antonio Barreto Sira, ha notificado a través de sus redes sociales sobre la muerte de 74 pacientes bajo sospecha de COVID-19, de estos sólo tres han sido confirmados como positivos tras recibir los resultados de la PCR enviados por el Instituto Nacional de Higiene hasta la entidad.
El mandatario regional ha mantenido la publicación de cifras a diario y en la última, realizada la noche de este domingo 2 de agosto, especificó que hasta la fecha se han totalizados 1.143 casos sospechosos en la entidad, de los cuales 432 han sido descartados, mientras que 331 pacientes se encuentran en aislamiento hospitalario, 225 monitoreados en sus hogares y 82 en supervisión por haber estado en contacto con pacientes sospechosos.
Desde mediados de marzo y hasta la actualidad el gobernador de Anzoátegui ha totalizado 189 casos positivos, cifra que reporta un caso menos que los anunciados por el gobierno de Nicolás Maduro.
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Barreto Sira especificó que 65 pacientes positivos se han recuperado y son monitoreados por autoridades sanitarias del estado. Entre los reportes realizados por el mandatario regional se observa que la cifra más altas de muertes por día se registró el 26 de julio, cuando notificó que se habían registrado nueve personas fallecidas que presentaban la sintomatología característica del COVID-19, pero hasta ahora se esperan los resultados de las PCR.
Médicos en riesgo
El repunte de casos sospechosos y positivos de COVID-19 en el estado Anzoátegui ha comenzado a poner en riesgo a los galenos de la entidad, quienes reportan hasta la mañana de este lunes 3 de agosto el aislamiento de siete especialistas que han presentado la sintomatología característica del virus.
Entre los galenos recluidos en el hospital centinela Luis Razetti de Barcelona se encuentra el director del Instituto Venezolano de los Seguros Sociales (IVSS) de Guaraguao, Edgar Carrasco, cuyo estado de salud es delicado, así como la de otros seis galenos; tres de ellos en la unidad de cuidados intensivos del principal centro asistencial.
Médicos del hospital barcelonés aseguran que no cuentan con área para comer, dormir y el servicio de agua es intermitente, lo que les impide realizar el aseo adecuado al salir del centro asistencial, además de asegurar que necesitan la dotación constante de equipos de bioseguridad.
Ante estas denuncias, el gobernador del estado Anzoátegui aún no se ha pronunciado, pues según se pudo conocer los especialistas le han hecho saber de las precarias condiciones que existen en el centro asistencial, donde fue inhabilitado el dormitorio de los doctores tras el derrumbe del techo por una filtración que presentaba.
