Habitantes de Juangriego en Margarita exigen jornadas de fumigación

Entre zancudos, moscas y otros tipos de insectos conviven quienes viven en la calle Virgen del Valle de la comunidad Guiri Guire del municipio Marcano, en el estado Nueva Esparta.

Para los vecinos esta es una problemática de salud pública que no es atendida por las autoridades sanitarias regionales, lo cual provoca el surgimiento de enfermedades como el dengue.

«Los zancudos nos comen aquí; uno no puede ni salir después de las seis la tarde porque es insoportable la cantidad. Desde hace más de dos años no vienen a fumigar», expresó la señora Coromoto González, habitante de esta zona del norte de la isla de Margarita.

Temen que ante la proliferación de zancudos se genere un brote epidemiológico. «Imagínense si aquí nos enfermamos de dengue o cualquier otra cosa: nos morimos, porque los hospitales públicos no están dotados y nosotros no tenemos los recursos económicos para asistir a una clínica, mucho menos para comprar los medicamentos, que cada vez están más costosos», afirmó González.

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También denunciaron fallas en los servicios públicos como el agua, el aseo, el gas doméstico y el alumbrado. Lamentaron que al igual que ellos existan muchas otras comunidades, ya sean del Este, Oeste o Sur de la isla de Margarita, que padecen estos problemas.

«Aquí estamos cansados de dirigirnos a la señora Karina Aguilera, alcaldesa del municipio Marcano, y ella nunca nos atiende, sino que se encierra en su oficina. Tampoco hay Consejo Comunal desde hace dos años», señaló la vecina Aurolina Valerio.

Con respecto al gas doméstico, los habitantes lamentaron que no se garantice con regularidad la venta de bombonas, sino que transcurre hasta más de un mes sin que estas lleguen. Recordaron que el año pasado ocurrió una tragedia en el mismo municipio, donde murió un niño de un año debido a que la familia cocinaba en fogón.

Ante todas estas calamidades que sufren y que expusieron en la visita de la ONG Juventud Insular, agradecieron que por lo menos estos jóvenes estén trabajando sin color político, sino por llevar actividades, tanto recreativas como informativas, a las comunidades y a su vez escuchar sus problemas.