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Maturín.- Geraldo Ledezma Mago cumplió un año de muerto este 20 de noviembre: delincuentes lo asesinaron para robarle un teléfono celular dentro del campus Los Guaritos de la Universidad de Oriente (UDO), Núcleo de Monagas. Este viernes, en la plazoleta de la Catedral Nuestra Señora del Carmen en Maturín, familiares, amigos y profesores lo recordaron con un homenaje en el que expresaron que aún no se ha hecho justicia.
Sus compañeros de estudio leyeron cartas que escribieron en su memoria y lo recordaron como un alumno ejemplar, un joven que antes de emigrar quiso tener un título universitario para crecer fuera de Venezuela. Geraldo cursaba sexto semestre de Ingeniería en Sistemas y cuando murió tenía 20 años.
Sobre su caso solo hay un delincuente detenido; Carlos Brito Villaroel fue arrestado por el Cuerpo de Investigaciones Científicas Penales y Criminalísticas (Cicpc) semanas después del crimen. Según la versión policial, conducía el auto en el que entraron a la UDO esa tarde. José Gregorio Herrera Medrano, alias Goyito, es señalado como el autor material del homicidio, anda suelto y tiene alerta roja internacional.
Grindelia Mago es la mamá de Geraldo y este viernes expresó a los medios de comunicación que no sólo se hará justicia con la aprehensión del otro implicado, sino cuando también se garantice la seguridad en la UDO Monagas, donde entre enero y noviembre de 2020 la directiva académica registró entre 30 y 40 robos: no todos los hechos han sido reportados ante los cuerpos de seguridad.
El pasado 29 de octubre se conoció el asalto más reciente a la UDO Maturín. La Escuela de Agronomía fue desvalijada por delincuentes que destrozaron los laboratorios de dibujo, nutrición animal, riego, y Edafología. Una semana después del último hecho, desde el Consejo Académico emitieron un comunicado en el que aseguraban que los hechos en las sedes hacían inviable la educación.
Mago está clara que los entes gubernamentales no prestarán atención a lo que ocurre dentro de la universidad y por eso cree que la justicia divina se encargará de hacer el resto. En la familia Ledezma Mago la fe está muy arraigada, tanto así que antes de morir, Geraldo le dijo a su asesino: «cristo te ama».
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