Maturín.- Un niño de 6 años murió en Maturín, estado Monagas, luego de comer yuca amarga. El deceso ocurrió el sábado 10 de junio, según denunció su padre a los medios de comunicación este miércoles 14. Es el primero de este tipo que se conoce en Monagas en cuatro años.
Luis Amundaray denunció que su esposa compró el tubérculo en el mercado municipal de Los Bloques. Los vendedores se la ofrecieron como dulce por un precio más accesible.
Luego del fallecimiento de su hijo, Amundaray denunció a los vendedores en el Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (Cicpc) de Maturín. «Queremos que se investigue el caso, porque así como nos ocurrió a nosotros, le puede ocurrir a alguien más», explicó.
Una niña murió y otros dos se intoxicaron por consumo de yuca amarga en Maturín
A simple vista no existe ninguna diferencia entre ambos tubérculos. El tiempo de cocción puede ser un indicativo. La yuca dulce no demora mucho en separarse y la amarga no lo hace. El agua de esta última se pone amarilla y en ocasiones se percibe un fuerte olor. Expertos indican que cuando está cruda puede colocarse un pedazo en la lengua para detectar el amargor.
¿Cómo ingirieron la yuca amarga?
Luis Amundaray es trabajador de la Alcaldía de Maturín y contó que su esposa compró tres kilos de yuca en el mercado municipal para rendir los alimentos que recibieron del Comité Local de Abastecimiento y Producción (CLAP).
Al llegar a casa, María Meneses encendió la estufa de su cocina y puso a sancochar en una olla el tubérculo. Notó que no se ablandó rápido y el agua se puso amarillenta. No obstante, decidió retirarla porque le explicaron que era una yuca conocida como «mantequilla».
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María esperó que enfriara y la cortó en pedazos para freírla. Después de almorzar, ella y sus dos hijos sintieron dolor de estómago. Al mismo tiempo, les aparecieron erupciones en toda la piel. Acudieron al hospital cuando el niño de 6 años empeoró.
Amundaray supo lo que ocurría porque una vecina lo llamó. Su esposa está internada en el hospital, mientras que su hija de 10 años recibió el alta médica porque su intoxicación fue en menor grado. «A mi esposa le han hecho varios lavados de estómago. Ahora me enfrento a la falta de recursos para costear el tratamiento», se lamentó.