Maturín.- Una médico residente de cirugía plástica y el jefe del almacén del hospital de Maturín fueron detenidos con un lote de suministros médicos presuntamente sustraídos del principal centro asistencial del estado Monagas. El arresto ocurrió el miércoles, 2 de febrero.

Rosina Graciela Errante Rangel, residente de cirugía plástica, y Luciano Emilio León Febres, jefe de almacén del Hospital Manuel Núñez Tovar, están a la orden de la Fiscalía 12 del Ministerio Público, en los calabozos de la Policía municipal de Maturín, organismo que los detuvo.

De acuerdo con la versión que el gobernador Ernesto Luna ofreció a los medios de comunicación el 3 de febrero, Errante y León son los primeros supuestos implicados en el acaparamiento de suministros y medicamentos detectado en el almacén del centro asistencial el 28 de enero tras una inspección gubernamental.

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El director de Polimaturín, comisario Humberto Muñoz, informó a través de una nota de prensa que el arresto ocurrió al realizar tres allanamientos a viviendas ubicadas en los sectores La Muralla, Brisas del Aeropuerto y Brisas de la Floresta, parroquias San Simón y Las Cocuizas de Maturín, respectivamente.

En los procedimientos, agrega Muñoz, los funcionarios hallaron marcapasos, equipos de cirugía mayor y menor, una grapadora y varios cepillos quirúrgicos, suturas, ampollas de medicamentos, soluciones, tapabocas, sueros, algodón y yelcos, así como también distintos tipos de medicamentos, que presume eran comercializados por los detenidos.

En el texto de la Policía municipal de Maturín no se especifican las cantidades de cada suministro médicos encontrado, así como tampoco el tipo de sueros o medicamentos hallados durante el allanamiento de los funcionarios.

Luna dijo que las investigaciones continúan, pero no precisó si el exdirector del hospital, Darwin Moreno, es investigado por los funcionarios de seguridad y el Ministerio Público. Invitó a los pacientes y familiares a denunciar las irregularidades que ocurren en el centro asistencial, donde el jueves 3 de febrero un grupo de enfermos denunció las malas condiciones en las que son atendidos en el área de trauma shock.