Carúpano.- Los dueños de trenes sardineros (redes de cerco utilizadas para capturar la especie) y pescadores de las comunidades de Guaca y Guatapanare, estado Sucre, cerraron la vía nacional Carúpano–Cumaná para exigirles a los gobiernos regional y nacional que se respete el precio de la caja de sardina, fijado en 1,5 dólares y para hacer otras exigencias vinculadas con sus derechos como trabajadores. Por ello paralizaron el inicio de la zafra este miércoles, 16 de marzo, en los sectores pesqueros.
Los pescadores cerraron la carretera nacional cuando el mandatario regional, Gilberto Pinto, y el director estadal del Ministerio de Pesca, Jhonny Acosta, se encontraban en el Morro de Puerto Santo, municipio Arismendi, anunciando el comienzo de la zafra con el arrime de 2.000 kilos de sardinas.
El dueño del tren sardinero en Guaca, Felipe Ramón Deyán Hernández, dijo a El Pitazo que están exigiendo a la ministra de Pesca y Acuicultura, Olga Luisa Figueroa, y al gobernador del estado Sucre que se reúnan con ellos para explicarles las necesidades que tienen.
“Pedimos que todas las máquinas capturadoras de sardinas trabajen un solo turno, que el precio de la sardina quede en 1,5 dólares y que no sigamos pagando la gasolina dolarizada. Esta sinvergüenzura que se presenta en Guaca y Guatapanare deben conocerla las autoridades", explicó Deyán Hernández.
En total son 80 dueños de trenes y unos 200 pescadores los que se ven afectados por el cambio del precio de la caja de sardina, que el gobierno estipuló en 1 dólar luego de que habían acordado que sería 1,5 dólares por caja. Los declarantes detallan que el precio de la sardina y la permisología para sacar diariamente 30 toneladas por máquinas se acordó en una reunión realizada el pasado domingo 13, con autoridades de pesca y el gobierno regional.
“Vamos a seguir paralizados hasta que el gobernador (Gilberto Pinto) venga hasta estas comunidades pesqueras, nos dé la cara, y se respeten nuestras peticiones", advirtió Mauricio Sisco, dueño de una máquina capturadora de sardina.
Por otra parte, los pescadores agregan que no les surten de combustible subsidiado de forma permanente sino cuando llega a las estaciones de gasolina, por lo que deben adquirirla a sobreprecio: un dólar por cada litro. El precio significa un aumento en los costos de la faena.