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Temblador.- Los trabajdores y obreros de Pdvsa Campo Morichal y de la Faja Petrolífera del Orinoco, al sur de Monagas, llevarán sus reclamos laborales hasta instancias superiores. En una reunión, en la que participaron 300 empleados este miércoles 19 de febrero, acordaron que acudirán ante la Asamblea Nacional (AN), la Asamblea Nacional Constituyente (ANC) y Pdvsa La Campiña para exigir el pago de un mejor salario y la restitución de los beneficios laborales.
El grupo se concentró en la sede de lo que sería la clínica de Pdvsa en Temblador, municipio Libertador. Allí fueron intimidados por funcionarios del Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional (Sebin), del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (Cicpc) y efectivos de la Guardia Nacional (GN), quienes se presentaron ante el supuesto llamado de protesta que circuló en esa población.
Representantes sindicales informaron que la masa laboral se mantuvo pacífica y que además firmó un documento que entregarán en la AN, ANC y Pdvsa, solicitando el restablecimiento del servicio de clínicas en Maturín, la restitución del transporte para los obreros y trabajadores de las zonas foráneas, la reactivación de los comedores y del servicio funerario así como un aumento del salario en base a cinco petros.
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“Pero no solo deben aumentar los sueldos, también es necesario que la tarjeta de alimentación tenga un incremento que se ajuste a la realidad económica del país, porque actualmente recibimos cuatrocientos mil bolívares que no son suficientes para cubrir con la cesta básica", dijo vía telefónica un vocero, quien prefirió mantener su identidad bajo resguardo en vista de la persecución laboral y policial que existe en Pdvsa.
Ese vocero de los trabajadores explicó que tienen un año sin clínicas y que el personal debe atenderse en el centro primario de la empresa en Temblador; también mencionó que solo cuentan con un transporte por zona para movilizar a los empleados y que es por ello que la asistencia de trabajadores ha disminuido en Campo Morichal.
Los empleados tienen tres años sin comedor y aquellos que están en los taladros reciben 60.000 bolívares por cada comida, un monto que aseguran no alcanza ni siquiera para pagar medio desayuno. Sobre el servicio funerario, los representantes sindicales mencionaron que Pdvsa canceló hace un año los contratos que tenía con las empresas aliadas.
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