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Caracas.- Diego Rafael Sánchez Peraza, así se presenta este venezolano, artista ecológico desde los años 80 que, actualmente, recorre las calles de las 22 parroquias caraqueñas para dar a conocer su trabajo, en el que destaca la confección de objetos a través del reciclaje.
Este hacedor de cosas, como le gusta que le digan, y quien es nativo de Portuguesa, contó a El Pitazo en la Calle que tiene más de 40 años desarrollando su arte ecológico y del reciclaje. Por eso es reconocido como el rey de la pepa de mango, por sus creaciones de figuras de animales usando esta semilla.
Su obra original se pudo ver en el Museo de Bellas Artes y otras galerías de la capital en las décadas de los 80 y 90. Actualmente, pasa desapercibido por las calles que recorre diariamente.
Confiesa que recorrer las 22 parroquias caraqueñas para dar a conocer su trabajo no le agota. Lo que sí le molesta y duele es ver sus calles y esquinas llenas de basura. «Es necesario que los alcaldes salgan de sus oficinas a ver cómo está la ciudad».
Insiste en que Caracas se ve muy triste cuando su gente se resigna a vivir por vivir.
Le molesta que lo llamen artista o talento, debido a que muchas personas de este gremio se han aprovechado de esto para pedir espacios, locales o beneficios al Gobierno actual. «Con solo ponerse una franela roja y adular, esto no es de artistas».
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«La creatividad es mi magia»
«Soy un hacedor de cosas con mi creatividad, que es mi magia, hago nuevos objetos a partir de cosas que ya no sirven, por ejemplo hago carritos que sirven de juguetes, hago figuras de insectos con transistores de electrodomésticos viejos. También uso semillas de los árboles, pepas de mango. Siempre he creído que el arte del reciclaje necesita de una legislación», recalca.
Al consultarle qué le comentan las personas cuando ven las cosas que hace, responde que es el momento más feliz del día.
«Cuando un niño se asombra de un carrito hecho con latas de refresco y me pregunta cómo lo hice, es lo máximo. Ese reconocimiento me alegra mucho, más que venderlo, aunque no lo crea», reconoce Diego Sánchez.
Este ciudadano es un artista del tiempo en que los grupos de turistas extranjeros visitaban los lugares históricos de la capital. Diego Sánchez extraña esa Caracas. Ahora se conforma con los buenos recuerdos de su trabajo y de la Caracas cosmopolita.
