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El Sindicato Venezolano de Maestros del Distrito Capital (SinvemaDC) inició, el viernes 28 de mayo en la parroquia Caricuao, el primero de un conjunto de talleres de motivación para sus docentes. Así lo informó el presidente de esta organización gremial, Edgar Machado, en los espacios de la Unidad Educativa Nacional Cruz Salmerón Acosta, ubicada en el sector de la UD7 de la mencionada parroquia.
Belkis Bolívar y Rául Parra, directivos de SinvemaDC, indicaron que gracias a la alianzas con otras organizaciones de docentes y políticas se pudo iniciar este plan que busca proteger la salud mental de sus agremiados.
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Raúl Parra, directivo del sindicato en la parroquia Caricuao, explicó que mucho antes e inclusive en plena pandemia se estaban observando con desasoiego muchos casos de depresión en estos profesionales de la enseñanza, sobre todo en las parroquias La Vega, Macarao, Antímano y Caricuao.
«Los maestros, los docentes en general, no la tenemos fácil. No es solo el hecho de vivir con un sueldo mísero, sino tener que ver cómo han depreciado y desvirtuado nuestra profesión en la actualidad», refirió Parra.
Fanny Aguilar, psicopedagoga y miembro de este sindicato, explicó que como modelos, los docentes deben contar con herramientas que los ayuden a mantener un buen perfil para poder atender a su estudiantado. «Un maestro diezmado y triste no puede ayudar a nadie y no puede hacer bien su trabajo. Con estos talleres les estamos recordando lo importante que son para el país y para sus alumnos. Los escuchamos; nos cuentan sus experiencias y penas. Nos abrazamos con la palabra», apuntó Aguilar.
«Toc toc: no están solos»
Mary Francia Zuniaga fue la docente facilitadora que realizó esta conversación con sus colegas de la parroquia Caricuao para recordarles que «no están solos en este desfile de inconvenientes que muchos llaman crisis. El reto de estos talleres es sumarlos al tren del ‘todo se puede’, de traducir esta crisis en un tiempo de oportunidades».
Zuniaga considera que, lamentablemente, este tiempo de pandemia sumó más problemas a los docentes. «El miedo es una de las cosas que nos afectó a todos. Paraliza. Nos hace vernos en cautiverio. Aislados. Esta situación nos quita las ganas de reír porque nos ha tocado ver a muchos amigos y familiares morir por el virus. Todo esto nos permeó lo emocional. Con estos talleres les estamos tocando la puerta a nuestros colegas y les estamos diciendo: ‘No están solos», afirmó la educadora.
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Luis Lunar, uno de los docente que asistió al taller, celebra esta iniciativa porque le recordó lo importante que es para sus «muchachos». Según confesó, Lunar tuvo que hacer trabajos de plomería para seguir en la docencia. «A la semana me puedo ganar 10 dólares para completar los 3 que me ganó como profesor», indicó.
Rescatar las ganas de reír, compartir con familiares y amigos -así sea desde una videollamada-, cuidar el sueño, buscar actividades y lecturas que los inspiren y ver la crisis como una oportunidad fueron algunas de las recomendaciones ofrecidas en este primer taller, que terminó con muchos aplausos de agradecimientos para la facilitadora y para los docentes de SinvemaDC.
