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Gustavo Golding es maestro instructor, cinta negra en Taekwondo. Debido a la pandemia que se inició en marzo de 2020, las clases que daba en su escuela ubicada en Macaracuay las tuvo que ofrecer cerca de su hogar, al aire libre en el parque La Paz de la parroquia El Paraíso. Confiesa que gracias a estos conocimientos no perdió los cabales cuando le tocó estar encerrado en su casa, porque recuerda que los tres primeros meses, la gente tenía miedo a contagiarse que era paralizante.
«Me quedé impresionado cuando supe de la muerte de una señora que vivía cerca de la escuela de Taekwondo de Macaracuay, nos saludaba todos los días; pero al verse sola en esta pandemia sin familiares, esto la llevó a quitarse la vida. Me exigí recordarme lo que significa ser cinturón negro en esta disciplina: buscar la luz en las adversidades», recuerda Golding.
Los beneficios que ofrece la práctica de las 12 artes marciales más conocidas: Karate, Judo, Kung-fu, Boxeo, Jiu-Jitsu, Capoeira, Muay Thai, Krav Maga,Kendo,Aikido, Esgrima y Taekwondo han sido comprobados no sólo por sus estudiantes sino también por los de su entorno familiar y amigos.
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Senen Messia, madre de Cristhian García, niño de 11 años de edad que practica Taekwondo desde el mes de agosto del 2020 en el parque La Paz, indicó que a su hijo le ha hecho muy bien compartir estas clases con otros niños, «lo noto más participativo, más seguro a la hora de hablar con otras personas, su aspecto físico ha mejorado bastante, veo que habla más».
La señora Messia está muy agradecida con el instructor de su hijo, «cuando puedo le doy al maestro Gustavo,una colaboración porque la verdad no cuento con suficiente dinero;la verdad es, que estoy muy agradecida por esa buena energía que le ha transmitido a mi hijo».
Lucila Gómes tiene dos hijos, Luz Mariana y Luis Gabriel confiesa que estaba muy preocupada por la salud de sus hijos desde que comenzó la pandemia, » Lo más que hacía eran tareas, ver televisión, computadoras; tenerlos encerrados en casa, sin sol sin ninguna actividad me preocupaba. Esa rutina no le estaba haciendo bien. Por esas causalidades vimos al profesor Gustavo practicando, dando clases en el parque La Paz y desde allí comenzó esta bella aventura de crecimiento personal, de compartir sano, de abrazos con el alma».
Luz Mariana Cordero con sus 15 años de vida,decidida comentó a El Pitazo en la Calle que le gusta el Taekwondo desde la primera clase, «me gusta que siempre recitamos un juramento que nos obliga a ser buenos, comprometidos con todas las personas, que nos exige usar estos conocimientos de defensa personal solamente a la hora tener nuestras vidas en peligro; nos sirven sólo para defendernos, debemos intentar también de no causarle tanto daño al agresor».
Para su hermano Luis Gabriel Cordero , un año menor que su hermana, el Taekwondo le ha enseñado a valorar a sus amistades, le ha aportado serenidad, disciplina a la hora de hacer sus tareas o cualquier otra actividad, «me gusta que tengo tres días a la semana en el parque,una cita de bienestar, de amigos. Es un espacio que me enseña a sacarle todo el potencial físico a mi cuerpo, me ha ayudado a mejorar mi memoria, me siento más seguro a la hora de hablar con otras personas».
Muchos beneficios
Gustavo Golding explicó que en el tiempo que tiene practicando y enseñando Taekwondo ha visto más beneficios que aspectos en contra, » esta arte marcial al igual que otras ofrece beneficios físicos, mentales y sociales; la actitud positiva, una mentalidad proactiva que fluye, así como la sociabilización».
El consultado indicó que le alegra mucho ver la mejoría en los niños que presentan alguna discapacidad,»verlos alegres, compartiendo con sus compañeros, es una satisfacción grande, así como el agradecimiento de sus padres». Indicó que esta práctica otorga fuerza a los músculos, huesos y articulaciones. Mejora la respiración, el funcionamiento del corazón y el sistema inmunológico ; igual aporta agilidad, flexibilidad, así como también agudeza visual.
Golding recalcó que con esta disciplina los niños aprenden a respetar, a trabajar en grupo, a ser líderes. Aprenden a ser eficientes, a ser comprometidos en todo lo que hacen, «estoy convencido que el Taekwondo puede ayudarnos a salvar vidas, alejando a las personas de la depresión porque les aporta mucha fuerza corporal y espiritual».
