Abogados de la periodista Andreína Mujica denuncian intimidación del gobierno de Maduro

Caracas.- La fotógrafa y periodista venezolana Andreína Mujica, quien reside hace 10 años en Francia, fue acusada por la cónsul de Venezuela en París del gobierno de Nicolás Maduro, Glenna Cabello, por unas supuestas amenazas de muerte. El lunes, 7 de junio, Mujica fue citada por la policía en París por la denuncia presentada, pero liberada y se registró que la denuncia era totalmente infundada.

La denuncia hecha por la cónsul, quien es hermana del primer vicepresidente del Partido Socialista Unido de Venezuela (Psuv), Diosdado Cabello, estaba fundamentada en unas publicaciones que hizo la periodista en las redes sociales en 2019, en las que pedía la liberación de otro periodista, Luis Carlos Díaz, quien en ese entonces fue detenido arbitrariamente.

«Mientras los medios de comunicación independientes en Venezuela son blanco de brutal represión, en todo el mundo la red diplomática venezolana se utiliza para la intimidación selectiva de periodistas y opositores. No solo no había ninguna amenaza por parte del periodista, sino que la señora Mujica se limitó a ejercer su derecho a la libertad de expresión y su deber de denunciar. Estamos considerando presentar una queja contra la cónsul por denuncia calumniosa», dijo el abogado de la periodista, François Zimeray, en una nota de prensa.

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Este es el comunicado que enviaron los abogados de la periodista a la prensa:

COMUNICADO DE PRENSA URGENTE

Venezuela – libertad de expresión: el gobierno de Maduro intenta intimidar
a una periodista en Francia a través de su red diplomática
París, 8 de junio de 2021

El 7 de junio de 2021, la periodista Andreína Mujica fue citada por la policía en París
sobre una denuncia presentada por el cónsul de Venezuela en Francia por supuesta
«amenazas de muerte». Fue liberada y quedó claro que la denuncia era totalmente
infundada.

En marzo de 2019, la periodista franco-venezolana Andreína Mujica denunció en Facebook las
violaciones de los derechos humanos cometidas por el régimen de Maduro y, en particular,
la detención del periodista Luis Carlos Díaz por los servicios de inteligencia.
En su publicación reveló la connivencia entre el consulado y las autoridades.

Su abogado, François Zimeray, dijo: «Mientras los medios de comunicación independientes
en Venezuela son objeto de brutal represión, en todo el mundo, la red diplomática venezolana se
utiliza para la intimidación selectiva de periodistas y opositores. No solo no había ninguna amenaza por parte del periodista, sino que la Sra. Mujica se limitó a ejercer su derecho a la libertad de expresión y su deber de denunciar. Estamos considerando presentar una queja contra el cónsul por denuncia calumniosa.»

El caso de Andreína Mujica ilustra el hecho de que el régimen busca amordazar a los
venezolanos dondequiera que estén. No basta con que el régimen haya establecido la
censura en el país, cerrado cientos de medios de comunicación, emisoras de radio, canales de televisión o haber forzado, a través de la presión económica y judicial a los propietarios para cerrar o vender los medios de comunicación más emblemáticos del país.

El periodista Roland Carreño lleva más de siete meses en prisión. Pero la escalada
se está intensificando. La periodista y escritora Milagros Mata Gil fue detenida en los últimos días por escribir un
artículo que molestó a un ministro del régimen y el poeta y escritor Rafael Rattia fue detenido
también por un artículo de opinión.

Al extender sus medios de persecución e intimidación a nivel internacional, la dictadura
venezolana se está alineando con Cuba, donde una ley establece que quienes participen en
las denuncias contra el régimen pueden ser procesados en ausencia.
Lo más grave es que este asalto a toda disidencia se basa en el modelo implementado no
solo en Cuba sino también en Rusia, Nicaragua, Turquía, Irán y China.