Caracas.- El referéndum revocatorio luce como un asunto que en los próximos meses será el centro de atención de la política venezolana. El lunes, el Consejo Nacional Electoral (CNE) aprobó tres solicitudes de inicio de procedimiento para una eventual activación de ese mecanismo constitucional para revocar el mandato de Nicolás Maduro.

Según lo informado por el CNE, los grupos promotores del revocatorio son el Movimiento Venezolano por el Revocatorio, Todos Unidos por el Referendo Revocatorio y el Comité Ejecutivo Nacional de Confedejunta, en conjunto con el Comité de la Democracia Nacional como Internacional.

«En estas peticiones, los grupos declaran su intención de constituirse en promotores de una solicitud de activación de Referendo Revocatorio, que es el primer paso de acuerdo con lo establecido en las Normas para Regular la Promoción y Solicitud de Referendos Revocatorios de Mandatos de Elección Popular», señala el comunicado del CNE.

La figura del revocatorio en los últimos 20 años ha estado asociada a complejos procesos en los que han intervenido no solo el ente comicial, sino también instancias legales, como tribunales regionales en lo que respecta a las etapas para concretar la activación del mecanismo, como lo es la validación de las firmas necesarias, entre otros aspectos.

En este oportunidad, el vicepresidente del CNE, Enrique Márquez, consideró que el reglamento que se usaría para un eventual revocatorio en 2022 sería el vigente desde 2016.

«Políticamente sabemos que es una vía complicada para quien está en el poder», advirtió Márquez, quien afirmó en una entrevista radial el lunes que, como miembro del directorio del ente comicial, estará muy atento a que se cumplan con todos los extremos de la ley y se otorguen las garantías Constitucionales.

Trabas para activar revocatorios en los últimos años

En 2016, el dirigente político opositor Henrique Capriles junto con la Mesa de la Unidad Democrática (MUD) impulsaron, sin éxito, la activación del revocatorio; cinco tribunales en Aragua, Bolívar, Apure, Monagas y Carabobo dictaron medidas cautelares para suspender el proceso alegando un supuesto fraude en la etapa de recolección de firmas del 1% del padrón electoral en esas entidades.

Márquez explicó que, previo a la fase de recolección de firmas, se debe activar la habilitación de la organización necesaria para impulsar la activación del revocatorio, algo que ya presentaron los promotores del revocatorio en el inicio de 2022.

En 2004, otro proceso revocatorio fue impulsado entonces por la coalición opositora Coordinadora Democrática. En esa oportunidad, la oposición al gobierno de Chávez logró recolectar las firmas necesarias, aunque no sin complicaciones, en noviembre de 2003, luego de que en agosto de ese año el CNE rechazara 3.3 millones de firmas que fueron presentadas, alegando que el proceso era prematuro, pues las firmas se habían recolectado antes de la mitad del período presidencial.

Para el revocatorio de 2004 era necesario reunir firmas de 20% del electorado, constituido entonces por 12 millones de votantes.

«Ha sido traumático en un par de oportunidades; es un derecho Constitucional, es un camino difícil, sin duda alguna, y la clase política venezolana tendrá que evaluar su pertinencia y viabilidad. Desde el CNE, igual que todo el Estado, deberíamos estar en la posición de facilitar el derecho al revocatorio», agregó Márquez en la entrevista radial del lunes.

El CNE informó que la eventual activación del revocatorio en 2022 requerirá que 20% de los inscritos en el registro electoral manifiesten su voluntad.

Será la Junta Nacional Electoral la encargada de elaborar un cronograma para la recolección de las voluntades para el revocatorio.

«Es una figura complicada para quien está en el poder. Hasta ahora, no ha habido un revocatorio con éxito porque es una figura complicada de aceptar para quien está en el poder», puntualizó Márquez.