Caracas.- La presión internacional sobre el oficialismo, en medio de la crisis política agudizada tras la elección presidencial del 28 de julio, forzó al presidente de la Asamblea Nacional de mayoría chavista, Jorge Rodríguez, a mostrar ante medios de comunicación fotos y una carta firmada por el excandidato presidencial de la oposición, Edmundo González Urrutia, horas antes de lo que sería su exilio.
Rodríguez, principal operador político del gobierno de Maduro y quien coordina cualquier negociación del oficialismo, terminó de darle forma a la narrativa oficialista sobre lo sucedido el 7 de septiembre en Caracas, pues sostiene que González Urrutia -mientras estaba en resguardo en la residencia del embajador de España en Caracas-, fue quien acudió al oficialismo para conseguir un salvoconducto que le permitiera salir del país.
En la carta que mostró Rodríguez, destaca el reconocimiento de los poderes públicos que controla el oficialismo, así como la decisión de la Sala Electoral del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ), que convalida los resultados de la presidencial anunciados por el Consejo Nacional Electoral (CNE).
Sin embargo, la versión oficialista omite las formas de la operación política con elementos diplomáticos que involucran a España. Mientras Rodríguez relataba el miércoles en rueda de prensa aspectos de la salida del país de González Urrutia, el excandidato presidencial opositor desde España destacó en un comunicado que «hubo horas muy tensas de coacción, chantaje y presiones» para forzar su exilio.
«Se presentaron (Jorge y Delcy Rodríguez) con un documento que tenía que refrendar para permitir mi salida del país. En otras palabras: firmaba o me atenía a las consecuencias (…) Un documento producido bajo coacción está viciado de nulidad absoluta por un vicio grave en el consentimiento (…) Como presidente electo, no me van a callar», resaltó González Urrutia en un video divulgado en sus redes sociales.
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Documento nulo
El abogado de González Urrutia, José Vicente Haro, en entrevista con la cadena CNN el miércoles, descartó la validez del documento que presentó Rodríguez porque se basa en la decisión de una persona que está bajo amenaza. Con una orden de captura en su contra y la inminencia de un allanamiento a su residencia, González Urrutia, de 75 años, firmó el documento que mostró Rodríguez en lo que supone fue un proceso calculado.
«Ya puedo entender por qué la cara que tenía (González Urrutia) en la videollamada del sábado 7 de septiembre a las 6:00 a.m. Lo vi descompuesto, sin dormir, quebrado emocional y psicológicamente, con expresiones corporales de una persona que está bajo coacción (…) El documento suscrito termina siendo nulo porque hay un juicio grave en su consentimiento», explicó Haro.
Rodríguez dijo que le daría 24 horas a González Urrutia para que desmintiera, lo que calificó de «infausta acusación», que el opositor destacó en su comunicado el miércoles. El político oficialista agregó que si en el lapso estipulado, González Urrutia no «rectificaba», mostraría más pruebas. «Voy a mostrar pruebas de las conversaciones que sostuvimos usted y yo cara a cara», amenazó Rodríguez.
«Es una amenaza, una coacción, que va en el mismo sentido de lo que vivió (González Urrutia) en la Embajada de España. Todo lo que rodea esta situación, en aquel momento y después de la declaración del señor Jorge Rodríguez, es apremiante», agregó Haro.
Grabaciones ilegales
Rodríguez mostró fotos de lo que fue el encuentro con González Urrutia en la residencia del embajador de España en Caracas, Ramón Santos. El oficialista también mencionó grabaciones sobre reuniones cara a cara con González Urrutia. Las acciones que detalló Rodríguez constituyen ilegalidades, según Haro.
«Él nunca consintió que se le tomaran fotografías dentro de la Embajada de España y videos que se grabaron. Sin el consentimiento de una persona no se le puede tomar una foto o hacer grabaciones, videos, cuando esa persona no ha sido informada. Él está enterándose de esa situación con las declaraciones de Jorge Rodríguez», detalló Haro.
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El defensor de González Urrutia también resaltó que al excandidato presidencial opositor le llamó la atención la permisividad para las acciones de los hermanos Rodríguez en la residencia del embajador de España. «Le llama la atención, por decir lo menos, que en la Embajada de España se haya permitido esa situación, pero no quiere adelantar mayores consideraciones al respecto», añadió Haro.
España se desmarca
La operación política para concretar el exilio de González Urrutia también tiene una arista diplomática tanto por los actores internacionales involucrados como por el lugar en el que se produjeron los hechos: territorio español en el este de Caracas.
De acuerdo con la agencia internacional de noticias EFE, que cita fuentes del Ministerio de Asuntos Exteriores de España, el gobierno de Pedro Sánchez, «no tiene nada que ver con cualquier documento o negociación» entre González Urrutia y la administración de Maduro, al punto de que el ministro español José Manuel Albares «dio instrucciones directas al embajador de no inmiscuirse en las gestiones que pudiera realizar el líder opositor».
Según el diario español El País, el exilió de González Urrutia se concretó mediante un acuerdo que involucra la mediación del expresidente español José Luis Rodríguez Zapatero, una persona que, destaca el rotativo español, «mantiene vías de comunicación abiertas con Maduro y su entorno más cercano».
Con cautela por la situación de González Urrutia en España, Haro dijo el miércoles que le llamó la atención la forma en la que todo ocurrió en la residencia diplomática española. «Me llama la atención que todo esto hubiera ocurrido y que los funcionarios diplomáticos hayan permitido esa situación (…) Por prudencia debido a las tensiones que hay, Edmundo González prefirió no pronunciarse sobre ese particular».
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