Todavía es muy pronto para saber qué puede resultar de las conversaciones que inician la próxima semana, pero uno de los términos generales en el proceso que media Noruega son «garantías electorales para todos. Cronograma para elecciones observables»
Redacción: Valentina Gil
La Plataforma Unitaria de Venezuela anunció que participará en los comicios del 21 de noviembre, con la tarjeta de la Mesa de la Unidad Democrática (MUD), la cual estuvo inhabilitada hasta el 29 de junio, cuando el Consejo Nacional Electoral (CNE) le levantó la suspensión.
En su mejor momento, la MUD agrupó a más de 30 organizaciones opositoras en sus filas. Ahora, la coalición opositora apenas cuenta con los partidos Acción Democrática, Primero Justicia, Un Nuevo Tiempo, Voluntad Popular, Convergencia, Copei y Movimiento Progresista de Venezuela, entre otros.
Además, la alianza que desplazó al oficialismo de la Asamblea Nacional en 2015 ya no tiene la misma fuerza ni cohesión que antes. En el #GuachimánElectoral consultamos a especialistas para determinar los principales retos a los que se enfrenta la oposición tras anunciar que participará en las elecciones, luego de tres años de llamados a la abstención.
1- Acercar a los ciudadanos al voto
En 2018, la oposición decidió no participar en las elecciones presidenciales, debido a la ausencia de garantías electorales. Dos años después, la ya inhabilitada coalición repitió la estrategia de llamar a la abstención en las parlamentarias que correspondían en 2020.
A pesar de que el gobierno interino, dirigido por Juan Guaidó, insiste en que aún no hay condiciones para participar en los comicios de noviembre, en esta oportunidad no hubo un llamado al boicot electoral.
Sin embargo, la ausencia le ha salido cara a la coalición opositora. No solo la fuerza electoral de sus partidos está deteriorada, sino que también una parte de la población ha perdido la confianza en el voto como herramienta de cambio, según diferentes encuestadoras.
Eglée González-Lobato, directora de la Cátedra Libre Democracia y Elecciones de la UCV, considera que uno de los grandes desafíos es armar una estrategia que devuelva la esperanza en la participación electoral.
Además, la especialista puntualizó que la oferta de los candidatos no debería ser la ilusión de una salida inmediata a la crisis política, sino la recuperación de las fuerzas que harán posible un cambio progresivo.
Por otro lado, Félix Seijas, estadístico y fundador de la encuestadora Delphos, señaló que la falta de recursos y la debilidad de las estructuras internas podrían jugarle en contra a la oposición a la hora de incentivar la votación.
“Para cuidar el voto, movilizar gente, necesitas dinero. Si nada más sacas la cuenta de tanques de gasolina por carro que tienen que movilizarse solo el día de la elección, ya es una cantidad importante. También tiene que haber una fuerza para reanimar a las personas que han formado parte del resguardo del voto, pero la oposición está desarticulada a nivel regional", explicó.
2- Capitalizar el descontento con el chavismo
Según el politólogo Ricardo Sucre, si la oposición presenta candidaturas unitarias que no surjan en un clima de disputa, entonces podría usar a su favor el disgusto en las regiones donde la popularidad de la administración oficialista ha disminuido considerablemente.
De 306 alcaldes chavistas, el 70 % no optaría a la reelección. Entre los motivos está manifiesto el deseo de no competir y no contar con el apoyo requerido por parte de las Unidades de Batalla Hugo Chávez (Ubch) para las postulaciones. Igualmente, la participación en las primarias del partido fue de apenas el 17,5 %, a pesar de que las mesas estuvieron abiertas para todos los inscritos en el Registro Electoral (RE).
“Uno pensaría que hay un descontento en esa militancia. ¿Irán a votar por la oposición? En principio, no creo. Pero, de todas maneras, hay un rechazo allí. Ahí la oposición tiene ventaja, pero la gente tiene que ver una cierta claridad estratégica y candidatos que estén comprometidos realmente con un trabajo político. Ese es un poco el discurso del chavismo, que ellos no abandonan", detalló.
3- Mantenerse firmes, a pesar de las diferencias
Después del anuncio de la Plataforma Unitaria de Venezuela de que participarán el 21 de noviembre, bajo el paraguas de la tarjeta MUD, las críticas por parte de dirigentes y organizaciones que conforman la coalición no se hicieron esperar.
El presidente interino, Juan Guaidó, reiteró que primero deben consolidarse las garantías electorales y políticas para que la votación sea libre y justa.
De igual forma, David Smolansky, dirigente de Voluntad Popular (VP) y comisionado de la Secretaría General de la OEA para la crisis de migrantes y refugiados venezolanos, rechazó la decisión de postular candidatos y aseguró:»No votar en dictadura también es un derecho». También los partidos minoritarios que acompañan al G4: Encuentro Ciudadano, Proyecto Venezuela y La Causa R, criticaron la participación opositora en las elecciones de noviembre.
Por su parte, Henry Ramos Allup, secretario general de Acción Democrática, invitó a los que no creen en la salida electoral a que ensayen otras estrategias para acabar con la crisis.
Estas diferencias no solo ponen en riesgo el desempeño de la oposición en las elecciones, sino también al diálogo en México, de acuerdo con González-Lobato.
«¿Cuál es la gran amenaza que hay ahorita? Que los factores radicales pretendan implosionar o fracturar a la Plataforma Unitaria en el proceso electoral, afectando así el diálogo. En el diálogo en México no solo hablamos de resultados electorales, sino de una sostenibilidad en el funcionamiento del país, una transformación institucional. Yo me pregunto si estos factores de Voluntad Popular y otros que se le sumaron no representan unos spoilers de la negociación», puntualizó la especialista.
Finalmente, a juicio de Seijas, la oposición logrará alcanzar un consenso cuando coordine una nueva estructura unitaria, con reglas que todos los integrantes respeten y mecanismos para dirigir las diferencias. “De no lograrse, entonces el desorden que ha mermado el liderazgo opositor continuará", dijo.
4- Diferenciar la campaña
Para el director de Delphos, la Plataforma Unitaria de Venezuela debe apostar por una campaña más local y directa si quiere marcar una diferencia en las elecciones del 21 de noviembre.
“La manera de conquistar a los electores es mediante un por qué. Esta es una campaña que no se debe basar en sacar a Nicolás Maduro. Es vital que cada líder le pueda transmitir a la gente que pueden impactar en su modo de vida. El alumbrado, la seguridad de la zona, los huecos en la calle, etc. Esas son las cosas que pueden afectar su día a día. Los candidatos tienen que mostrarle al electorado que pueden marcar una diferencia en esos aspectos", agregó.
Por otro lado, el politólogo Sucre argumenta que la oposición ahora tiene que ser más realista, modesta y consistente con sus propuestas para obtener credibilidad. “La gente sabe que tú (oposición) eres la minoría, porque estás frente a un gobierno que tiene todos los recursos. Se preguntarán cómo vas a lograr que el Ejecutivo acepte tu proyecto. ¿Protestar? Eso ya lo pasamos. Mejor vamos a luchar por cambiar el país paso a paso y con lo que hay. Mientras sean una versión de la que ya existe, es menos probable que la gente se enganche", aseveró.
5- Reconocer los resultados
Si la MUD reconoce el proceso electoral y acepta participar, con condiciones adversas, entonces también debe reconocer los resultados, aunque le sean adversos.
«Las partes tienen que dar un compromiso confiable del cumplimiento de esas condiciones. Es decir, si hay garantías y se logran, no puede ser que el único discurso que tengan sea llamar a fraude. Maduro tiene que dar el cumplimiento de que toda esa estructura electoral va a comportarse constitucionalmente, en respeto a la democracia, y la oposición debe respetar los resultados», afirmó González-Lobato.
Asimismo, debido al deterioro de su liderazgo político, hay una gran probabilidad de que la oposición solo gane unas pocas alcaldías y gobernaciones. En ese sentido, Seijas estima que mantener las expectativas en su justa medida es otro de los grandes desafíos.
«Se ganen las alcaldías y gobernaciones que se ganen, lo más importante es que haya una percepción de que se avanzó en ese terreno. Si las expectativas se salen de lo posible, cualquier cosa que logren va a ser percibida como una derrota. Hay que reconocer los resultados y los problemas, pero el énfasis debe estar en el avance», manifestó.