Caracas-. La pesadilla comenzó para Hesler Iglesias el 13 de julio de 2021, cuando el gobierno de Nicolás Maduro anunció que el dirigente de Voluntad Popular estaba siendo solicitado bajo la acusación de financiar bandas delictivas, a propósito de los enfrentamientos entre estos grupos y los cuerpos policiales en el oeste de Caracas.
Su realidad actual es distinta, pues casi un año después de aquella acusación, el opositor de nacionalidad venezolana y española, informó a sus seguidores en Twitter que se encuentra en Suiza trabajando para una empresa de energía.
«Comparto con ustedes que luego de la persecución política de la que fui objeto y haber salido de Venezuela en febrero, hoy comencé a trabajar como ingeniero de servicios de campo para Suez Suiza», tuiteó.
El Ivss aún no informa acerca del día del pago de pensiones
«La paciencia todo lo alcanza», fue la frase con la que Iglesias cerró un periodo difícil de su vida en el que tuvo que vivir oculto en Venezuela: luego de haber detenido a Freddy Guevara y del intento frustrado de atrapar a Juan Guaidó; la orden ahora iba contra él y sus compañeros del partido opositor, Gilber Caro, Emilio Graterón y el jefe del despacho de la presidencia encargada, Luis Somaza.
Según relató el ingeniero químico a El Español en 2021, fueron meses viviendo a escondidas, sin un lugar fijo y con miedo de sumar su nombre a la lista de presos políticos en Venezuela. «Personas cercanas me ayudan con la comida y con el transporte entre diferentes ubicaciones, ya que no es seguro estar en el mismo lugar durante mucho tiempo», aseguró en ese momento.