Tres versiones de un mismo fiscal: las contradicciones en el caso Fernando Albán

El fiscal general de la República designado por la Asamblea Nacional Constituyente, Tarek William Saab, sorprendió este sábado, 1 de mayo, al reconocer en una declaración pública que el entonces concejal de Caracas, Fernando Albán, fue asesinado por funcionarios del Estado venezolano. En otras palabras, su convicción de que Albán se había suicidado se convirtió en la certeza de que hubo asesinato.

Sorprende que después de dos años y seis meses del homicidio del dirigente de Primero Justicia, Saab reconoce ahora lo que la familia de Albán, los principales voceros de esta organización política y sus abogados denunciaron: a Fernando Albán lo mataron cuando se encontraba en la sede de plaza Venezuela del Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional, el 8 de octubre de 2018. Desde que murió en aquella fecha, el mismo Saab defendió la tesis que asumió el gobierno de Nicolás Maduro sobre un supuesto suicido del dirigente.

Cuando se conoció su deceso, el coordinador de Primero Justicia, Julio Borges, fue el primero en denunciar que a Albán lo lanzaron del décimo piso de la sede del Sebin en plaza Venezuela. Incluso sostuvo que lo arrojaron al vacío después de que había muerto.

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Saab desmintió esta versión en un contacto telefónico que el mismo 8 de octubre de 2018 realizó con el canal del Estado, Venezolana de Televisión. En ese momento afirmó que “Albán solicitó ir al baño y estando allí se lanzó al vacío desde el piso 10".

El entonces ministro de Relaciones Interiores, Justicia y Paz, el militar de la Guardia Nacional Bolivariana, Néstor Reverol, dijo en su cuenta de Twitter que Albán estaba en la sala de espera del Sebin a la espera de su traslado al Palacio de Justicia en Caracas. “Se lanzó por una ventana de las instalaciones cayendo al vacío, ocasionándole la muerte", fue la versión que colocó Reverol en su cuenta de Twitter Reverol.

No importó que durante 42 meses se negara la tesis oficial del suicidio, tampoco importó que la familia, abogados, dirigentes de Primero Justicia y los entonces diputados de la oposición que controlaban la Asamblea Nacional demandaran justicia y exigieran una investigación internacional independiente. No importó.

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Las peticiones de exhumar el cuerpo tampoco fueron escuchadas ni la revisión del expediente del Ministerio Público sobre el caso.

¿Qué pasó con Albán?

Fue detenido el 5 de octubre de 2018, a su regreso a Venezuela por el aeropuerto internacional de Maiquetía. El concejal había participado en Nueva York en varias actividades durante la sesión 73 de la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas (ONU). Pero al pisar territorio venezolano lo apresaron funcionarios de la policía política que responde a Nicolás Maduro.

En ese entonces la principal cabeza de la policía política, el Sebin, era Néstor Reverol como titular del Ministerio de Relaciones Interiores, Justicia y Paz. El director del Sebin para ese momento era Gustavo González López, un militar cercano al primer vicepresidente del Partido Socialista Unido de Venezuela (Psuv), Diosdado Cabello.

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Albán estuvo en desaparición forzosa por 48 horas. Cuando le dejaron enviar un mensaje de texto a una de sus hermanas, le dijo por un mensaje de texto que el Sebin lo tenía preso.

Los abogados también tuvieron acceso y ratificaron que se encontraba en buenas condiciones de salud, que además lo querían presionar para que acusara a Julio Borges de participar en movimientos para sacar a Maduro del poder, especialmente que lo involucrara con el fallido atentado con drones contra el gobernante cuando encabezó los actos del 80 aniversario de la Guardia Nacional Bolivariana (GNB) el 4 de agosto de 2018.

Cuando le entregaron el cuerpo a la familia de Albán, la autopsia que le practicaron decía que murió por “traumatismo craneoencefálico severo, shock hipovolémico y traumatismos toracoabdominopélvico cerrado por caída de altura". Nadie creyó esta versión, solo Saab y los altos mandos del gobierno de Maduro.

Cuando tenían que presentarlo en tribunales, se conoció la noticia de su muerta. Y fue después de 44 meses, que reconoce el Ministerio Público que Albán no se suicidó, que lo torturaron y lo asesinaron cuando estaba en custodia del Estado.

Nueva versión

Aunque el 8 de octubre, el fiscal dijo que había pedido permiso para ir al baño, el 10 de octubre de 2018 se contradijo. Negó que hubiese dicho que había querido ir a algún sanitario. Para añadir más confusión aseguró lo siguiente: “en horas del mediodía (8 de octubre), al momento del almuerzo, se levantó abruptamente de la mesa, diciendo que quería ir al baño. Corre hacia una ventana panorámica que se encontraba en el pasillo del piso 10 y se lanzó al vacío". Mantuvo la tesis del suicidio hasta este 1° de mayo de 2021.

Desde la Asamblea Nacional Constituyente (ANC) chavista que presidía Diosdado Cabello lanzaron amenazas a los diputados de oposición. Cualquiera que hablara de la tesis de homicidio podría ser procesado.

Se supo por los abogados de Albán, que los funcionarios que lo tenían bajo custodia eran Keiberth Cirelli y Miguel Dos Santos. Los acusaron penalmente por negligencia, no por homicidio.

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El mismo Saab dijo en una entrevista en un canal de noticias venezolano que “… hubo una actuación negligente de los funcionarios en custodia, eso no los hace responsables"; en otras palabras, volvió a negar que a Albán lo detuvieron de forma arbitraria, lo desaparecieron por 48 horas, lo torturaron y lo asesinaron bajo custodia del Sebin.

Ahora, después de 44 meses, el mismo fiscal que defendió la tesis del suicidio, dio dos versiones distintas de cómo ocurrieron los hechos y exculpó de torturas y homicidio a los custodios de Albán, reconoce no se suicidó, que lo torturaron y lo asesinaron cuando estaba en custodia del Estado.