Caracas.- Las autoridades presumen de una caída en el flujo migratorio un mes después del comienzo de las nuevas restricciones de Estados Unidos para cubanos, haitianos, nicaragüenses y venezolanos, pero los migrantes que permanecen varados en la frontera norte de México afrontan un futuro más incierto.
Activistas señalan que las personas indocumentadas que permanecen en ciudades como Tijuana viven con incertidumbre y miedo debido a que no pueden tener derecho al asilo por las restricciones de la política estadounidense.
José María García Lara, activista y director del albergue Juventud 2000, que se ubica a un kilómetro del puerto fronterizo de San Ysidro, dijo a EFE que los migrantes que ya estaban en territorio mexicano no están llegando hasta las fronteras.
“Hemos observado que bajó un poco la fluidez de estas comunidades hacia los refugios, no sabemos si se estén hospedando en otros lugares, porque recordemos que con la aplicación CBP One les permite que desde cualquier lugar puedan solicitar el asilo de manera más fácil", dijo.
El activista agregó que en su albergue recientemente tuvieron a tres familias originarias de Venezuela, de las cuales dos lograron ingresar a Estados Unidos para solicitar su asilo, quienes señalan que el programa es bueno porque les da facilidades a quienes aún están en su país.