Caracas.- La mordedura de serpiente o emponzoñamiento ofídico (nombre científico), genera al menos 60 muertes en el país al año. La probabilidades de los accidentes de este tipo aumentan en la temporada lluviosa, sin embargo, la falta de inversión y de capacidad de distribución de suero antiofídico, complica más aún la salud de los pacientes envenenados.
Según información aportada a El Pitazo por parte del capitán de Bomberos del Instituto Nacional de Espacios Acuáticos (Inea), Luis Contreras, en la actualidad solamente el Instituto de Medicina Tropical de la Universidad Central de Venezuela (UCV), produce un tipo de suero antiofídico, el de mapanare. Los demás deben ser importados. Y la casa de estudios no tiene presupuesto para mantener la producción y distribución.
Esto trae como consecuencia que el suero antiofídico no llegue a los hospitales generales de las principales ciudades en el país.
Estadísticas
Las personas que resultan afectadas por la mordedura de serpiente viven un viacrucis para poder ser atendidas, ya que muchos hospitales no cuentan con el tratamiento para contrarrestar el veneno.
Los estados más afectados por este tipo de accidentes son Barinas y Zulia, donde anualmente son mordidas 2.100 y 1.700 personas respectivamente.
En Venezuela las mordeduras más comunes, según el especialista, son las de las especies mapanare, causantes del 85% de los casos de envenenamiento en el país, seguidas de las de cascabel (12%), las de coral (2%) y las conocidas como cuaimapiña (1%).
Falta de presupuesto
Pese a que en Venezuela hay al menos tres proyectos para la creación del suero antiofídico, todos están detenidos por falta de presupuesto.
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Hasta junio de 2020, solo en el estado Zulia se registraron 45 casos de mordeduras de serpientes y más de 70 entre resto del occidente y la región andina venezolana.
Un problema de salud mundial
La escasez del antídoto es un problema de salud mundial; en el año 2011, la propia Organización Mundial de la Salud (OMS) alertó que las mordeduras de serpientes son un problema de salud pública que cobra la vida de más de 150.000 personas al año y pone en riesgo otras 400.000 que son apuntadas o pasan a depender de diálisis.
La razón de la escasa producción son los altos costos, pues se necesitan caballos Purasangre y criaderos de serpientes para su elaboración, y el uso coméstico del veneno en otros animales.
Crisis venezolana y escasez de antídoto
Un envenenado por mordedura de serpiente puede recorrer hasta tres estados para hallar el antídoto, ya que debido a la crisis humanitaria venezolana dificulta que los hospitales del país tengan el medicamento.
En años anteriores, países fronterizos donde la producción de ese suero es regular, solían realizar donativos a Venezuela, sin embargo la crisis en Venezuela dificultó y llevó a segundo plano este requerimiento.
Altos costos
Un suero de coral puede costar hasta 40.000.000 bolívares; mientras que un equipo de suero antiofídico en Colombia alcanza los 550.000 pesos (un solo paciente requiere como cinco cajas para su tratamiento).