Caracas.- Bajo el silencio oficial absoluto ha proliferado casos de rabia canina en el estado Zulia desde que inició el año 2019. La advertencia fue emitida por la Federación de Colegios de Médicos Veterinarios de Venezuela, al exponer que hasta el pasado mes de septiembre en la entidad occidental se han registrado 12 casos confirmados de rabia canina; 11 en el municipio Maracaibo y uno en Mara, sin que hasta el momento las autoridades locales, regionales o de salud hayan emitido una alerta epidemiológica para prevenir a la población.
De acuerdo con el gremio, la situación pudiera complicarse debido a la escasez de vacunas para atender el avance del brote, debido a la falta de disponibilidad de dosis para garantizar la cobertura, que apenas alcanza para atender a 10% de potenciales afectados.
«La situación es grave, en el Zulia hasta septiembre 11 casos positivos a rabia en Maracaibo y 1 en Mara; se requieren 250 mil dosis para atender a esa población y solo han enviado 25 mil. Todo lo tienen en silencio total», cuestionó el gremio en un comunicado.
Además la organización instó al Gobierno a publicar las cifras sobre el estado de la enfermedad, de la que desde hace 35 años se redujeron los casos a nivel regional y que en Venezuela solo se mantenía activa de forma endémica, es decir, por la transmisión focalizada a un margen pequeño de la población, según los datos otorgados por el Ministerio de Salud a la Organización Panamericana de la Salud (OPS).
«La población tiene derecho a conocer cómo se ha dado el avance de cualquier enfermedad. Para tomar previsiones, para estar alerta y extremar cuidados. No es justo que una persona esté en riesgo de morir a causa de una enfermedad prevenible con vacuna», recalcaron.
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Prevención
Desde 1983 la OPS ejecuta el Programa de eliminación de la rabia humana transmitida por el perro, plan con el que se coordinaron acciones en la región, como la implementación del sistema de vigilancia epidemiológica de la enfermedad, que permitía cercar la propagación de brotes más allá de las fronteras de los países afectados.
En hasta el 99% de los casos, los perros domésticos son los principales agentes de transmisión del virus de la rabia a los seres humanos, que ocurre fundamentalmente a través de mordeduras de animales infectados. Los niños, por su contacto cercano con los caninos, comprenden el grupo más vulnerable de la población susceptible de contraer el virus.
Como quedó establecido en el protocolo de la OPS para la eliminación de la enfermedad, la única forma de interrumpir la transmisión de la rabia es mediante la vacunación de hasta 80% de la población canina en las zonas endémicas, como se denomina los sitios con mayor registro de transmisión, de ahí la importancia de conocer los datos oficiales.
En 2018 la OPS reveló que en la región de las Américas se aplican vacunas a aproximadamente 100 millones de perros cada año. No obstante, en esa ocasión previno que en algunas áreas, la cobertura aún es inferior a lo recomendado para garantizar el control del virus.
El organismo panamericano también estipula que para eliminar la rabia humana de origen canino se debe asegurar el acceso oportuno a la profilaxis antes y después de la exposición a la enfermedad para 100% de la población expuesta al virus, con la distribución y aplicación de dosis, para lo que recomienda la prolongación de la alta vigilancia epidemiológica, así como la elaboración de campañas de sensibilización dirigidas a la comunidad, mantener el control de la población canina y promover acciones para prevenir la reintroducción en países donde ha sido controlada.
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