Caracas.- El año 2020 ha presentado retos particularmente difíciles para las personas con el virus de la inmunodeficiencia humana (VIH) en Venezuela. A las dificultades por fallas en la entrega de tratamiento fluido y oportuno, falta de seguimiento y detección, se sumaron las restricciones para contener la propagación de otro virus: el COVID-19. La combinación de todos estos factores ha afectado no solo el acceso a medicinas o una atención de calidad. También ha ocasionado una mayor invisibilización de la enfermedad, que afecta a más de 110.000 diagnosticados en Venezuela, según el Conjunto de las Naciones Unidas sobre el SIDA (OnuSida).
“La pandemia llegó para hacernos más vulnerables. O para mostrarnos cuán vulnerables y desasistidos estamos las personas seropositivas en Venezuela. Los primeros 45 días fueron terribles. Era como que si no existiéramos. No se nos tomó en cuenta. Primero no se sabía si los centros donde entregan los tratamientos iban a funcionar, porque nuestro tratamiento no puede parar. Después fue el descontrol con los horarios y para colmo la crisis de la gasolina. Gracias a Dios se les ocurrió entregar un trimestre completo de medicinas", narró Alex Jiménez, quien dio positivo para VIH en 2015.
Alrededor de 68% de las personas con diagnóstico de VIH en el país no recibieron tratamiento antirretroviral en las farmacias del Estado en 2019, según la asociación civil Acción Ciudadana Contra el Sida (Accsi). Para la ONG, que maneja los datos en el más reciente informe de OnuSida, el Estado venezolano además de incumplir con una política de salud, al no garantizar el abastecimiento de fármacos, muestra un rezago en el abordaje de los casos, que para muchos es mortal.
Inexistentes
La escasez de medicamentos está asociada a lo que parece una política sistemática, pues Accsi recordó que desde el año 2016, el Gobierno de Nicolás Maduro no asigna fondos para la compra de antirretrovíricos. Estos compuestos inhiben el desarrollo del síndrome de inmunodeficiencia adquirida (Sida), si se aplican a tiempo. En ese sentido, son la única terapia recomendada por médicos, debido a que permiten un mayor grado de supervivencia y calidad de vida.
“75.000 personas no recibieron tratamiento antirretroviral, lo que significa que Venezuela se quedó atrás en el esfuerzo mundial por acabar con el Sida. Desde el año 2016 el gobierno de Venezuela no adquiere medicamentos antirretrovirales para las personas con VIH", recalcó la organización a propósito del Día Mundial de la Lucha contra el Sida.
De no ser por la cooperación internacional las muertes por Sida, fase terminal del VIH, serían cuantiosas. Aunque el registro de la mortalidad es otra omisión estatal. En el Informe Mundial sobre el Sida 2020, el Gobierno no cedió información sobre defunciones asociadas al Sida. Actualmente todo el esfuerzo de contención de la enfermedad en territorio venezolana se basa en donaciones de organismos multilaterales y organizaciones sin fines de lucro nacionales e internacionales.
“Vivimos gracias los organismos internacionales. Por una cuestión de legalidad su distribución se canaliza a través del Gobierno, pero solo son distribuidores. No hay ni campañas de prevención amplias. Ya quisiéramos algo de la atención que se le ha puesto al coronavirus. La enfermedad sigue siendo un estigma. Pero hay mujeres, niños y familias afectadas. Si el Estado no solo se dedicara a entregar medicinas que recibe por donación, otra cosa sería", reflexionó Erick Muñoz, paciente seropositivo desde el año 2013.
Historias en positivo
Más del 40% de las personas que han logrado mantener su tratamiento en Venezuela, ha sido gracias a la respuesta humanitaria. De acuerdo con cifras reportadas por autoridades nacionales a OnuSida, apenas 1% personas que viven con el VIH que iniciaron el tratamiento preventivo para la infección por tuberculosis, que es una de las llamadas enfermedades oportunistas más comunes en pacientes seropositivos.
“Más de 45.000 personas con VIH de Venezuela salvaron sus vidas porque recibieron tratamiento antirretroviral, gracias a las donaciones de los organismos de cooperación internacional tales como el Fondo Global de lucha contra el Sida, Tuberculosis y Malaria, AID FOR AIDS International, UNICEF, OPS, gobierno de Brasil y Haití entre el 2017 a 2020", sostuvo la ONG.
El activismo de la sociedad civil organizada merece un renglón aparte. Acción Solidaria, Red de Gente Positiva, Fundación MAVID, Azul Positivo, entre muchas han tejido un sólido entramado de apoyo. Su acción no solo denuncia y visibiliza, también acompaña e intenta acercar soluciones. Más allá de las cifras, se ocupan de las historias, de que ni la muerte ni la desasistencia acalle sus voces. Una lucha más que por prevalecer que por sobrevivir.
70% de personas con VIH reportan fallas en acceso a tratamiento por la cuarentena