Caracas.- El cineasta venezolano Rafael Hernández, se disculpó con los ciudadanos y autoridades de Venezuela, el 2 de diciembre, tras haber difundido un video donde el exjugador de la Liga Nacional de Fútbol Americano (NFL), Drew Brees, es aparentemente alcanzado por una descarga eléctrica durante la grabación de un comercial al sur del Lago de Maracaibo.
“Ofrezco al país y a las autoridades unas honestas disculpas por la confusión generada", publicó Hernández mediante la red social Twitter.
En el mismo post, el cineasta precisó que se trataba de una campaña publicitaria que “también busca dignificar las bellezas turísticas de nuestro país" y que su intención no perseguía actuar “en sentido contrario a las leyes, ni al bienestar de Venezuela".
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La publicación, donde parecía que Drew Brees había sido alcanzado por un rayo durante la grabación de un comercial al sur del Lago de Maracaibo, causó revuelo en las redes sociales. De inmediato, comenzaron a circular rumores sobre el estado de salud del histórico quarterback de Santos de Nueva Orleans.
Ante esta información, difundida por algunos medios de comunicación, cuerpos de seguridad iniciaron un despliegue para atender la situación, que posteriormente fue desmentida por el mismo difusor del mensaje. “Cuando supe que las autoridades se alertaron, se suspendió inmediatamente la campaña porque esa nunca fue la intención", aseguró Hernández en la misma plataforma.
Antes de la disculpa pública del profesional del área audiovisual, el director del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas, Douglas Rico, compartió un video donde explicó que “generar falsas noticias puede ser un delito penado por la ley".
“Crear alarmas y desinformación en toda la población venezolana produce gran impacto para la paz y seguridad ciudadanas", aseveró en la publicación, difundida por medio de su cuenta en Instagram.
El cineasta venezolano indicó que la filmación estaba a cargo de la casa de apuestas deportivas PointsBet, donde Brees es embajador de marca. Por lo tanto, el deportista no podía dar detalles de lo ocurrido, a menos de que la marca lo autorizara.