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Guarenas.- Familiares de los privados de libertad que se encuentran recluidos en la Policía Municipal de Plaza, en Guarenas, estado Miranda, aseguraron este lunes 21 de junio que 28 presos iniciaron una huelga de bocas cosidas, como medida de presión para exigir traslados a centros penitenciarios. Los parientes de los reclusos indicaron además que le protesta también es para rechazar el hacinamiento en este centro de detención preventiva, donde actualmente se encuentran entre 110 y 120 privados de libertad.
«Están hacinados, los dos calabozos están a reventar, hay unos que están en los pasillos entre los dos calabozos, porque ya adentro no caben más» declaró una de las madres quien pidió no ser identificada por temor a represalias contra su hijo.
En los calabozos de Poliplaza hay cerca de 20 privados de libertad sentenciados, y aproximadamente la mitad de esos con condena, llevan entre cuatro y seis años detenidos allí. «Esto es un calvario. Ellos cometieron un error y lo están pagando, pero son humanos, no son animales, no los pueden tener unos arriba de otros, sin baño, sin ventilación, sin luz, sin nada» relató otra de las familiares.
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De acuerdo con las leyes venezolanas vigentes, los centros de detención preventiva están diseñados para que los detenidos pasen, como máximo, 48 horas en ese lugar, hasta la presentación en tribunales, donde se ordena un centro de reclusión. Desde 2019, aproximadamente 24 reos están a la espera de ser trasladados a un internado judicial. Sin embargo, con la llegada de la pandemia, fue suspendido el procedimiento. «Hoy no nos recibieron la comida, porque ellos iniciaron esta huelga. Aunque es algo que nos duele, nosotros estamos aquí afuera, apoyándolos. Dios permita que así sí los escuchen», comentó otra de las familiares.
