Caracas.- Un hombre que padecía de esquizofrenia fue asesinado de varios batazos en la cabeza cuando fue acusado de partirle un vidrio a un vehículo que estaba estacionado la tarde del 30 de noviembre en la calle 16 de Los Jardines de El Valle, municipio Libertador. La víctima desde hace años había dejado de tratarse y vivía de lo que comía en la calle.
Familiares de Luis Beltrán González, de 54 años, cuentan que el pasado viernes 30 de noviembre recibió varios batazos que lo mandaron al hospital. El hombre estaba hurgando en la basura, pues tenía dos años que había dejado de tratarse su enfermedad mental.
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Luis, desde los 18 años, fue informado por un médico que era paciente esquizofrénico. Desde ese momento, el habitante de los Jardines del Valle, inició un tratamiento y acudía de forma semanal al Seguro Social de Sebucán, municipio Sucre, que tiene un área de psiquiatría. La medicación le hizo tan bien que por años laboró en el área de servicio de Hotel Eurobuilding.
A pesar de la estabilidad lograda, en 2017 Luis abandonó su tratamiento y empezó a abandonar su hogar y vivir de la calle. Sus deudos detallan que se mostraba desorientado, un día dormía en su casa y al otro no, y se alimentaba de lo que conseguía en los contenedores de basura. La situación llegó al punto que abandonó a su pareja y a las dos hijas que le ayudó a criar desde que eran pequeñas. Las hijastras actualmente tienen 14 y 18 años, respectivamente.
Unos batazos por un vidrio
El pasado viernes 30 de noviembre, Luis se sumergido en un contenedor de basura que está situado en la calle 16 de los Jardines de El Valle cuando unos jóvenes, también en situación de calle, lo atacaron a piedras. Luis les respondió con lo mismo, y según la familia de la víctima el hecho se transformó en «una guerra de piedras».
Mientras discutían una de las rocas impactó en el vidrio delantero de un vehículo que estaba estacionado por la zona. El dueño salió de su vivienda enfurecido y empezó a exigir explicaciones a quienes estaban cerca. Los jóvenes que habían atacado a Luis dijeron que había sido él. El dueño del carro sacó un bate y se fue hasta el contenedor de basura y lo golpeó varias veces en el cráneo hasta que lo dejó inconsciente.
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Un vecino que conocía a Luis lo llevó hasta el Hospital Universitario de Caracas, y en el área de ingreso le informaron que no lo podían atender, porque no tenían insumos para realizarle las tomografías que necesitaba. En ese momento ya había llegado la familia de la víctima y se negaron a sacarlo, dijeron que si lo trasladaban moriría, que era un hospital y debían practicarle, al menos, los primeros auxilios.
En medio de la discusión una visitadora social intervino. La mujer le pidió a las enfermeras que lo aceptaran, lo bañaran y lo atendieran «hasta donde se pueda», y así fue. Luis murió en una cama de ese hospital a las 10 de la noche del viernes de un traumatismo cranoencefálico.
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