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Caracas.- Una historia marcada por los abusos y el maltrato fomentó la hermandad entre las primas de 13 y 15 años provenientes de Ruperto Lugo, Catia, que fueron reportadas como desaparecidas el pasado sábado 6 de marzo. Esa tarde ejecutaron un plan que habían ideado tiempo atrás: escapar de sus maltratadoras y jamás regresar a casa.
Fueron la abuela de ambas y la madre de la niña de 13 años las que difundieron sus fotografías y números telefónicos para pedir información sobre su paradero, pero también fueron ellas las causantes de su sufrimiento.
Las jóvenes dijeron a sus familiares que saldrían a pasear; a las 3:00 pm fueron vistas por última vez en la estación del Metro Gato Negro. En la noche comenzó la búsqueda y como no había rastro de su paradero, su abuela y la mamá de la adolescente menor acudieron a una oficina del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (Cicpc) a formalizar la denuncia por su desaparición.
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Durante la semana de investigaciones, funcionarios de la Unidad de Víctimas Especiales acudieron a Jesús Eugenio Cabanela Vázquez (37), padre de la adolescente de 15 años, que reside en Curiepe, estado Miranda. Él negó haberlas visto y dijo no saber nada de su paradero; sin embargo, el comisario Douglas Rico, director del Cicpc, indicó que desde un inicio mostró incongruencias en su relato.
Los pesquisas intensificaron los interrogatorios que sostuvieron con Cabanela, hasta que el hombre confesó que las jóvenes acudieron a él asegurándole que no aguantaban los maltratos en su casa. El jefe policial indicó que durante este tiempo el hombre las había mantenido escondidas en las riberas de un río en el sector El Pantano de Curiepe, estado Miranda, lugar de donde fueron rescatadas por el Cicpc el domingo 14 de marzo.
Al momento de su hallazgo, la adolescente de 13 años tenía hematomas en el rostro con una data de una semana. Ella aseguró que antes de fugarse de casa su mamá, Emily Victoria Rivero Marín (50), le había propinado una golpiza. Estos eventos ocurrían constantemente, según dijo a la policía.
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Asimismo, la joven de 15 años confesó que desde los 8 años era abusada sexualmente por su padre, el mismo a quien pidió protección para huir del maltrato de su abuela, Miriam Lisseth Hidalgo Medina (50). A la adolescente se le realizó un examen forense que confirmó su testimonio: presentó lesiones por abuso sexual que tenían una data de siete años.
Esta joven también indicó que todos los abusos que sufrió de parte de su padre los sabía su abuela, Miriam Lisseth; sin embargo, esta nunca tuvo la intención de denunciarlo. La adolescente atesoraba las fotografías de su mamá, las cuales subía constantemente a su cuenta en Facebook. Ella se encuentra fuera del país desde hace varios años y, según dijo su hija, desconocía los abusos de su padre. La mujer le enviaba dinero, que era recibido por la abuela.
Los investigadores pusieron tras las rejas al padre de la adolescente de 15 años por abusar de su hija desde que tenía 8 años. También detuvieron a la abuela de ambas, quien era dama de compañía, por lo que investigan si intentó introducir a sus nietas a la prostitución.
La mamá de la niña de 13 años, Emily Rivero, también fue aprehendida por trato cruel. Ambas adolescentes se encuentran bajo custodia de las autoridades del Consejo de Protección del municipio Libertador de Caracas.
