Vargas | Acusan a entrenador de fútbol menor de abuso sexual contra siete jugadores

El entrenador del equipo Aguila Real de Vargas, Darwin Bello, ha sido señalado por los padres y los atletas de cometer actos lascivos y abuso sexual. Fue detenido el martes 3 de agosto y trasladado a tribunales este jueves

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Padres y representantes de las víctimas exigen justicia y castigo al entranador Darwing Bello, acusado de abuso sexual y actos lascivos (Cortesía J. Maicabares)

La Guaira.- Padres y representantes, así como siete jugadores, acusan al entrenador del equipo Aguila Real de Vargas, Darwing Bello, de cometer abuso sexual y actos lascivos en contra de los jóvenes que se formaban en su academia deportiva. Las víctimas, deportistas cuyas edades oscilan entre 13 y 16 años, aseguran que Bello les suministraba drogas, haciéndoles creer que eran complejos vitamínicos, para luego abusar sexualmente de ellos.   

El entrenador fue detenido el pasado martes 3 de agosto por una comisión del funcionarios del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (Cicpc), que adelantaban la investigación, tras recibir la primera denuncia la pasada semana. 

Fuentes del Cicpc Vargas confirmaron a El Pitazo, que la denuncia inicial fue puesta por los padres de una de las víctimas, quien habría intentado suicidarse. Tras el intento frustrado de suicidio, el joven confesó a sus padres lo que estaba ocurriendo con el entrenador. La fuente asegura que la investigación confirmó otros casos similares.    

Bello fue llevado este jueves a los tribunales penales de Vargas, ubicados en Macuto, para el desarrollo de su audiencia preliminar para la imputación de cargos. A las afueras del juzgado, padres y familiares de las víctimas, exigían con pancartas en mano, la aplicacion de sanciones, para evitar casos similares a futuro.    

De acuerdo a las investigaciones preliminares, Bello sometía a los adolescentes. Las víctimas coinciden en haber quedado «sin voluntad después de tomar o recibir una bebida energizante o vitamina por parte del entrenador».  

Posteriormente, Bello indicaba a los jóvenes que lo sucedido era parte del proceso formativo, que permitiría su crecimiento deportivo profesional y la oportunidad de juegos, becas y viajes al exterior del país. En alguno de los casos, las promesas se convirtieron en amenazas, contra la familia de los jugadores, para que estos guardaran silencio.   El Cicpc no descarta que existan más víctimas involucradas en la escuela deportiva, que funciona en el Polideportivo José María Vargas. 

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