Santa Bárbara de Zulia.- Álvaro Antonio Montiel Morales, de 52 años, había amenazado en varias ocasiones a su mujer, Vilmania Carolina Hernández Girón, de 38 años, con quemarla viva debido a los celos que sentía por otros hombres.
El martes, 6 de octubre, por poco cumple aquellas palabras: ofuscado por la ira y la frustración de no seguir más a su lado, le echó gasolina y la prendió en la leña donde ella cocinaba el arroz del almuerzo, en una vivienda situada en la avenida Gran Colombia de Santa Bárbara del Zulia, en la zona Sur del Lago. Así lo relata Verónica Luna, de 19 años e hija de Vilmania, quien por vía telefónica contó en exclusiva a El Pitazo los momentos de horror que su progenitora afrontó cuando su expareja por poco la carboniza.
Su mamá y el hermanito que viene en camino se recuperan en el hospital central de San Cristóbal, en el andino estado Táchira. “Él la amenazaba siempre con quemarla. Cuando vivíamos en el sector San Benito, en San Francisco (al norte del Zulia) ella se tuvo que separar de él por muchas discusiones. Le decía que le iba a quemar la casa y los corotos y hasta a ella misma. A raíz de esa actitud, nos mudamos a Santa Bárbara (en el Sur del Lago); siempre le vivía diciendo que la iba a quemar, pero mi abuela y ella, por evitar problemas, nunca le hicieron caso. Yo lo denuncié hace dos meses en el comando de la Guardia Nacional, pero allá los funcionarios me dijeron que ella era la que debía interponer el caso como afectada".
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Este martes 6 de octubre, Vilmania terminó de preparar la carne para almorzar y se disponía a montar la paila para cocer el arroz en unos leños prendidos, porque no tienen gas doméstico. Álvaro logró entrar a la casa, donde tenía prohibido el acceso; lo hizo con la excusa de entregarle Perrarina para la mascota del hogar. En un descuido la tomó del brazo, echó gasolina a las brasas y la embicó de cabeza en lo que por instantes se convirtió en llamaradas de un infierno.
El atacante le rociaba más y más combustible en la cabeza y buscaba quemar al bebé que ella esperaba de otro. “Mi mamá en ese momento no podía con él; varias veces le insistía que la iba a matar y quería quemarle la barriga. Ella como pudo corrió por el callejón que conduce del patio hasta el frente y él le seguía rociando carburante en la espalda». Un vecino le pegó con un palo y le quitó el recipiente. Cuentan que a quien intentaba apagar el fuego o socorrerla, él le lanzaba también gasolina con llamas, dijo Verónica, quien narró el testimonio dado por su mamá desde la cama 8 del octavo piso del hospital central del estado Táchira.
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En el centro de salud donde ahora está recluida le colocan suero para la deshidratación, tratamientos para el dolor, antibióticos y le hacen curas porque presentó quemaduras de segundo grado y superficiales en 38% de su cuerpo.
La hija de Vilmania asegura que su madre siente pánico. Casi no ha podido dormir y dice que divisa al agresor por la ventana de la habitación o que lo ve acercarse. Pide que cierren las ventanas y las puertas porque en cualquier momento la matará. “Él dijo que me iba a matar", es la frase que más repite la víctima de violencia intrafamiliar, luego del evento en el que ella, el bebé que concibió en otra relación y su madre por poco mueren envueltos en fuego. Ella sufre un trastorno postraumático y alucinaciones.
La relación de Álvaro y Vilmania duró 10 años. Tres años atrás comenzaron los desacuerdos. El hombre decía que ella le había pagado mal y que no quería darle un hijo después de tantos años. Luego Vilmania y Verónica se mudaron al municipio Colón y, a pesar de la relación inestable y de que ella no quería convivir más con él, aceptó que Álvaro viviera en esa casa que le dieron al cuido, pero él no aceptó. “Como sabía que él trabajaba en [la cercana población de] Puerto Santander, quiso darle esa opción, pero él no quiso. Solo iba a la casa a insultarla, a decirle groserías, le intentaba pegar y hasta le rompía el portón", dijo su hija.
El inmueble donde ocurrieron los hechos forma parte de un conjunto de casas construidas por el Gobierno en la villa Virgen del Carmen, ubicada al lado de una cancha deportiva y frente a Villa María, entre la calle 10 antes Ayacucho con avenida Gran Colombia, en Santa Bárbara del Zulia. La actual pareja de Vilmania labora en una buseta de transporte público y por eso no estaba presente cuando ocurrieron los hechos.
“Mi mamá, gracias a la locura de ese Señor, no puede dormir", dice Verónica.
Recuerda el relato de los vecinos, quienes le manifestaron que luego del incidente, Álvaro entró a la habitación, arrojó los peluches de la joven a la cama del dormitorio y les prendió candela con otra botella de gasolina que tenía escondida en un morral. “Prácticamente, después de los años que vivieron, la desvalijó, pero mi mamá le quería devolver todo con tal de que la dejara en paz. Queremos que sobre él caiga todo el peso de la Ley", afirmó la joven, quien conoció que hoy jueves 8 de octubre el caso lo presentarán ante la Fiscalía Décimo Sexta del Ministerio Público y que Álvaro Antonio Montiel Morales pronto encarará instancias judiciales por el intento de homicidio y los múltiples daños físicos, patrimoniales y sicológicos causados.
El hombre permanece en una celda en el centro de coordinación 1° del Cuerpo de Policía Bolivariana de Colón (Policolón), organismo que lo apresó luego del intento de homicidio.