Andrés Lópes Martins, de 37 años, asesinó a su madre en 2006 y a su novia en 2011. Abogados que lo defendieron alegaron que sufría esquizofrenia, pero no fue recluido en ningún centro psiquiátrico. Estuvo bajo la protección de su papá hasta el 24 de agosto cuando lo mató y simuló que se fue de viaje