Desde 2012 la cobertura de vacunación en América Latina y El Caribe empezó a descender y la situación se agravó con la llegada del COVID-19. La región cuenta con un mecanismo único en el mundo que permite comprar vacunas a precios muy bajos, pero las fallas estructurales en los sistemas de salud y la falta de voluntad política resaltan como las principales trabas para solventar esta situación que pone en riesgo la salud de al menos dos millones de niños en la región