Esther Rangel, una adolecente de 15 años, es la última paciente que falleció en el Hospital de Niños J.M. de los Ríos, cuando apenas tenía tres meses de diagnóstico y dos meses en diálisis. Debía trasladarse junto a su madre desde los Valles del Tuy, estado Miranda, hacia Caracas para poder recibir el servicio de diálisis