Sabía que arriesgaba la vida, pero Lucy, nombre ficticio de la protagonista de esta historia, estaba decidida a reencontrarse con su hijo luego de cinco años sin verlo. No tenía visa ni esperanzas de obtenerla. La mayor sorpresa de su travesía fue cuando el Coyote se acercó al muro y, sin más, le permitió el paso abriendo una puerta