No tener una tarjeta de débito para recargar los viajes y los contratiempos para comprar la tarjeta de pasajes del subterráneo caraqueño dificulta el ingreso de personas que requieren movilizarse de una estación a otra. Con autorización de milicianos y personal de este sistema de transporte, algunos usuarios aprovechan las fallas de torniquetes para entrar o esperan que alguien les regale un viaje, mientras que otras personas quedan sin alternativas ni información por parte de los trabajadores, pues no hay posibilidades de pagar el pasaje en efectivo