Aunque no es un delito que se denuncie de manera sistemática, la piratería en aguas venezolanas es un fenómeno en ascenso. Cifras no oficiales de siete de las Capitanías de Puerto más importantes de Venezuela, así lo confirman. Pero la anomalía va más allá. Así como el crimen organizado y las grandes bandas buscan el control en tierra, ahora lo hacen con el territorio marítimo para ampliar su rango de acción