El Tratado Interamericano de Asistencia Recíproca no tiene potestad para resolver conmociones internas ni justifica el uso de ejércitos de otras naciones para propiciar una salida política a la crisis en Venezuela. Si el Consejo Permanente de la Organización de Estados Americanos, previa invocación de un Estado miembro, considera que Venezuela representa una amenaza para la región, se procedería a aplicar medidas diplomáticas antes que el uso de la fuerza