Libros como Christmas Carol, escrito por Charles Dickens en 1843, contribuyeron a forjar tanto la tradición y las creencias en torno al Día de Acción de Gracias, como a estandarizar el copioso menú de las celebraciones en las que no pueden faltar platos como el relleno de pan, la salsa de arándanos, la tarta de calabaza y, sobre todo, el pavo