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Ingresos justos en Venezuela: un desafío para todas las generaciones

En Venezuela, entrar y mantenerse en el mercado laboral es un desafío que golpea con fuerza a distintas generaciones. Los más jóvenes se enfrentan a ofertas paupérrimas, con salarios que no alcanzan para cubrir lo básico y horarios extenuantes. 

Por su parte, quienes están en la mediana edad encuentran puertas cerradas por límites de edad impuestos por las propias empresas, que privilegian a trabajadores más jóvenes aun cuando la experiencia sea un activo. Esto se complica más cuando se trata de mujeres.

Y en el caso de los adultos mayores, estos cargan con el peso del edadismo, un prejuicio que los margina pese a que su conocimiento y trayectoria pueden ser valiosos para el país.

Este 18 de septiembre, Día Internacional de la Igualdad Salarial, recuerda la necesidad de cerrar las brechas de remuneración y acceso al trabajo digno. 

La brecha entre el sector público y privado

Según el Observatorio Venezolano de Finanzas (OVF), en el primer trimestre de 2025, el ingreso mensual promedio en el sector privado fue de 237 dólares, con variaciones según el tipo de ocupación que van desde 217 para los obreros y operarios hasta 531 dólares para los gerentes.

El salario mínimo está congelado en 130 bolívares desde el año 2022 y actualmente equivale a menos de un dólar al cambio oficial. El Estado ha implementado un esquema de bonificaciones no salariales como estrategia para mitigar la falta de aumentos en el salario básico de los trabajadores públicos, pensionados y jubilados. Sin embargo, estas bonificaciones no se consideran parte del salario base, por lo que no inciden en el cálculo de prestaciones sociales como vacaciones, utilidades, aguinaldos y jubilaciones.

De acuerdo con el Informe de Coyuntura del Instituto de Investigaciones Económicas y Sociales – Universidad Católica Andrés Bello (abril 2025), debido a la descomposición del ingreso mínimo mensual, para marzo de 2025 un empleado público promedio recibió el 98,4% de los ingresos pagados mediante bonos.

El informe también alertó que a medida que el salario mínimo pierde importancia, el llamado “bono de guerra económica” gana relevancia principalmente en las remuneraciones que devengan los trabajadores de la administración pública y los pensionados.

Asimismo, indica el texto que las remuneraciones en el sector privado siguen siendo superiores a las percibidas en el sector público, aunque varían según el sector de actividad y las funciones que se desempeñan. Sin embargo, las remuneraciones en este sector tampoco son suficientes, en promedio, para adquirir la canasta básica.

Ofertas paupérrimas para los más jóvenes

Para nadie es un secreto que muchas empresas contratan a personas sumamente jóvenes y ofrecen salarios muy bajos, que no se ajustan a la realidad del país, y con horarios excesivos. 

Uno de estos casos es el de Luis*, quien tiene 19 años y por ahora no ha podido iniciar una carrera universitaria porque necesita ayudar a su mamá con los gastos de la casa. Desde que cumplió la mayoría de edad ha pasado por diversos trabajos como asesor de ventas, cajero, atención al cliente, entre otros. Pero dice que los sueldos son muy bajos y los horarios muy exagerados.

“Yo he trabajado en muchas tiendas por departamentos y en todas la experiencia ha sido terrible. Te pagan máximo 180 dólares mensuales y a veces el horario es hasta de 12 horas. Aparte en la mayoría te dan un solo día libre al mes. O sea, nunca descansas y aparte, te pagan malísimo”, contó.

Luis quiere estudiar Diseño Gráfico, pero no tiene cómo pagar una carrera universitaria en este momento. Ha escuchado que otras personas trabajan como asistentes virtuales y se ha interesado en ese tipo de empleos, pero tampoco tiene una computadora ni Internet de alta velocidad como exigen ese tipo de trabajos.

“Una computadora medio decente que esté usada me puede costar entre 100 y 150 dólares. Además que tendría que poner fibra óptica en la casa porque tenemos es el ABA de 10 megas y con eso no me serviría. No tengo la capacidad económica para hacer eso, entonces me queda trabajar en esos lugares aunque de broma puedo comprar comida”, dijo.

Así como el caso de Luis hay muchos otros. Testimonios de jóvenes que se suelen publicar en redes sociales como TikTok, relatan las malas experiencias en diferentes empleos, algo que se suele repetir en muchas empresas en el país. A continuación algunos de ellos:

@ackdar Hay mejores oportunidades de trabajo que esa créanme, a veces el sueldo no lo es todo, la salud mental es importante. #LiveOutlandish #mangobajito #trabajo #caracas ♬ Rock and Roll Session – Canal Records JP
@yanka130 story time de mi experiencia laboral en mundo total. les cuento un poco de lo que vivi ahí #explotacionlaboral #trabajo #Caracas @Mundo Total #sucesos ♬ sonido original – .🍓

Mujeres de mediana edad se la ven difícil

Las mujeres venezolanas ganan, en promedio, un 36,7% menos que los hombres, según la Encuesta Nacional de Condiciones de Vida (Encovi) 2024. Esta disparidad se debe a factores como la baja inserción laboral, pocas horas de trabajo por responsabilidades de
cuido, “techos de cristal” (discriminación para cargos altos), desvalorización de los empleadores, discriminación en “ámbitos masculinos”, autominusvaloración y protecciones legales discriminatorias.

Según un informe publicado en 2023 por la organización civil Prepara Familia, junto a la profesora Alba Carosio, las mujeres en Venezuela asumen mayoritariamente el rol de cuidadoras. Un dato relevante de este informe es que 95% de quienes cuidan a los pacientes pediátricos con enfermedades crónicas son las madres.

Alejandra* tiene 40 años y un hijo de 10. Durante muchos años se dedicó a ser ama de casa para poder ocuparse del hogar y su hijo mientras su esposo trabajaba, ya que no tenía otro apoyo en casa. Pero con la crisis económica un solo ingreso se volvió insuficiente. Ella vive en una zona popular de Caracas. En declaraciones ofrecidas a Runrun.es contó lo difícil que ha sido conseguir empleo.

“Desde hace años que estoy tratando de conseguir trabajo. He intentado meter currículo en tiendas de ropa, zapatos, panaderías y cuando voy a ver, solo aceptan personas entre 18 y 25 o 30 años. ¿Entonces eso quiere decir que ya uno, porque tiene 40 años, no sirve para trabajar? Es como injusto”, dijo.

Mucha gente le ha dicho a Alejandra que emprenda vendiendo tortas o cualquier cosa que sea barata y se venda rápido, pero ella es consciente de que para eso se necesita un capital y no lo tiene. No dispone de ahorros porque todo lo que entra se gasta en comida y colegio para su hijo.

“¿Cómo voy a emprender si para comprar cosas al mayor necesito por lo menos 100 dólares? Justo estoy buscando trabajo porque no tengo nada. Ni siquiera puedo hacer algún curso de uñas o cejas porque no dispongo del dinero para pagarlo. Además que hacer un curso tampoco garantiza nada, porque nadie quiere pagarle un servicio a una persona inexperta. Es difícil”, reflexionó.

La única oferta que recibió Alejandra fue para trabajar en la tienda de ropa de una amiga como encargada. A pesar de que ese cargo puede sonar muy bueno, el sueldo que le ofrecieron no es el mejor. Solo ganará 80 dólares semanales y tomando en cuenta los gastos en comida, pasaje, artículos de higiene personal y el colegio de su hijo, eso apenas dará para cubrir las necesidades más básicas, sin posibilidad de ahorrar, pero es lo único que le han ofrecido.

Cómo superar el reto del edadismo

En una conversación con Luis Ernesto Blanco, director editorial de Runrun.es, la profesora Olga Bravo, coordinadora del Centro de Gerencia y Liderazgo del IESA, advirtió que el edadismo —la discriminación por edad— representa un reto cada vez más urgente en Venezuela. “No solo moralmente está mal, sino que estratégicamente también es muy torpe y no es sostenible en el tiempo”, alertó.

Bravo explicó que la salida masiva de jóvenes y la inversión de la pirámide demográfica han dejado en el país al menos 5 millones de personas mayores de 55 años, muchas de ellas sin seguridad social ni pensiones suficientes.

A pesar del prejuicio que enfrentan, los adultos mayores en Venezuela tienen diversas oportunidades de inserción laboral si se replantean los esquemas tradicionales de trabajo, según señaló la profesora. Sobre esto, identificó cinco grandes opciones:

Empleo tradicional reinventado

“Estas personas silver pueden hacer muy buen trabajo haciendo de asesores o de mentores, o también como especialistas en gestión de crisis”, indicó. La experiencia acumulada de los mayores puede complementar la falta de cuadros medios en empresas que, por la migración, han tenido que promover jóvenes sin preparación suficiente.

Autoempleo y emprendimiento

Bravo fue enfática: “Si usted tiene una idea, emprenda. No se quede cruzado de brazos lamentándose porque nadie lo llama. El mercado laboral cambió. Ya hace unos años atrás la gente se peleaba por usted y ahorita nadie lo llama.”. Recordó que los mayores de 45 años tienen 70% más éxito que los emprendedores de entre 20 y 30 años.

Infoproductos y transmisión de conocimiento

Convertir saberes en cursos, ebooks o webinars es otra vía. Para ello, es clave la colaboración intergeneracional: “Cuando usted gestiona eficazmente la intergeneracionalidad, lo que va a obtener es un cóctel explosivo”.

Trabajo remoto

Desde entrada de datos hasta tutorías en línea o traducciones, las oportunidades son variadas. “No hay excusa, no tiene excusa con la edad. Cualquiera puede hacerlo. Realmente es cuestión de aprender”, sostuvo Bravo.

Modelos híbridos

Combinar varias de estas alternativas para generar ingresos y mantenerse vigentes.

Venezuela registra el mayor nivel de informalidad laboral en América Latina

El director general de la Asociación de Trabajadores, Emprendedores y Microempresarios (Atraem), Alfredo Padilla, alertó sobre la elevada informalidad laboral en Venezuela, que afecta a siete millones de personas dentro de una fuerza laboral que supera los diez millones.

En declaraciones que ofreció en días pasados a Unión Radio, Padilla señaló que mucha gente ha tomado el camino de la informalidad y trabajar por su cuenta “por necesidad”.

“Lo que hay es una realidad compleja, en un país de muy pocas oportunidades de empleo de buenos salarios, que sobre todo son los del sector privado, ha hecho que muchísima gente se dedique a trabajar por cuenta propia”, dijo.

Asimismo, destacó que alrededor de tres millones de personas califican como emprendedores con potencial para consolidar negocios. Sin embargo, subrayó que para que estas iniciativas puedan transformarse en empresas sostenibles, es necesario contar con políticas públicas adecuadas, un sistema tributario justo, acceso a seguridad social y ofertas de empleo decentes.

Este panorama adquiere mayor relevancia en el marco del Día Internacional de la Igualdad Salarial, que se conmemora para visibilizar las brechas de remuneración y la necesidad de que todos los trabajadores, independientemente de su género o condición laboral, puedan acceder a ingresos justos y oportunidades equitativas.

*El periodismo en Venezuela se ejerce en un entorno hostil para la prensa, con decenas de instrumentos jurídicos dispuestos para el castigo de la palabra, especialmente las leyes “contra el odio”, “contra el fascismo” y “contra el bloqueo”. Este contenido está siendo publicado teniendo en consideración las amenazas y límites que, en consecuencia, se han impuesto a la divulgación de informaciones desde dentro del país.

La profesora Olga Bravo señaló que la salida masiva de jóvenes y la inversión de la pirámide demográfica han dejado en el país al menos 5 millones de personas mayores de 55 años, muchas de ellas sin seguridad social ni pensiones suficientes
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En Venezuela, entrar y mantenerse en el mercado laboral es un desafío que golpea con fuerza a distintas generaciones. Los más jóvenes se enfrentan a ofertas paupérrimas, con salarios que no alcanzan para cubrir lo básico y horarios extenuantes. 

Por su parte, quienes están en la mediana edad encuentran puertas cerradas por límites de edad impuestos por las propias empresas, que privilegian a trabajadores más jóvenes aun cuando la experiencia sea un activo. Esto se complica más cuando se trata de mujeres.

Y en el caso de los adultos mayores, estos cargan con el peso del edadismo, un prejuicio que los margina pese a que su conocimiento y trayectoria pueden ser valiosos para el país.

Este 18 de septiembre, Día Internacional de la Igualdad Salarial, recuerda la necesidad de cerrar las brechas de remuneración y acceso al trabajo digno. 

La brecha entre el sector público y privado

Según el Observatorio Venezolano de Finanzas (OVF), en el primer trimestre de 2025, el ingreso mensual promedio en el sector privado fue de 237 dólares, con variaciones según el tipo de ocupación que van desde 217 para los obreros y operarios hasta 531 dólares para los gerentes.

El salario mínimo está congelado en 130 bolívares desde el año 2022 y actualmente equivale a menos de un dólar al cambio oficial. El Estado ha implementado un esquema de bonificaciones no salariales como estrategia para mitigar la falta de aumentos en el salario básico de los trabajadores públicos, pensionados y jubilados. Sin embargo, estas bonificaciones no se consideran parte del salario base, por lo que no inciden en el cálculo de prestaciones sociales como vacaciones, utilidades, aguinaldos y jubilaciones.

De acuerdo con el Informe de Coyuntura del Instituto de Investigaciones Económicas y Sociales – Universidad Católica Andrés Bello (abril 2025), debido a la descomposición del ingreso mínimo mensual, para marzo de 2025 un empleado público promedio recibió el 98,4% de los ingresos pagados mediante bonos.

El informe también alertó que a medida que el salario mínimo pierde importancia, el llamado “bono de guerra económica” gana relevancia principalmente en las remuneraciones que devengan los trabajadores de la administración pública y los pensionados.

Asimismo, indica el texto que las remuneraciones en el sector privado siguen siendo superiores a las percibidas en el sector público, aunque varían según el sector de actividad y las funciones que se desempeñan. Sin embargo, las remuneraciones en este sector tampoco son suficientes, en promedio, para adquirir la canasta básica.

Ofertas paupérrimas para los más jóvenes

Para nadie es un secreto que muchas empresas contratan a personas sumamente jóvenes y ofrecen salarios muy bajos, que no se ajustan a la realidad del país, y con horarios excesivos. 

Uno de estos casos es el de Luis*, quien tiene 19 años y por ahora no ha podido iniciar una carrera universitaria porque necesita ayudar a su mamá con los gastos de la casa. Desde que cumplió la mayoría de edad ha pasado por diversos trabajos como asesor de ventas, cajero, atención al cliente, entre otros. Pero dice que los sueldos son muy bajos y los horarios muy exagerados.

“Yo he trabajado en muchas tiendas por departamentos y en todas la experiencia ha sido terrible. Te pagan máximo 180 dólares mensuales y a veces el horario es hasta de 12 horas. Aparte en la mayoría te dan un solo día libre al mes. O sea, nunca descansas y aparte, te pagan malísimo”, contó.

Luis quiere estudiar Diseño Gráfico, pero no tiene cómo pagar una carrera universitaria en este momento. Ha escuchado que otras personas trabajan como asistentes virtuales y se ha interesado en ese tipo de empleos, pero tampoco tiene una computadora ni Internet de alta velocidad como exigen ese tipo de trabajos.

“Una computadora medio decente que esté usada me puede costar entre 100 y 150 dólares. Además que tendría que poner fibra óptica en la casa porque tenemos es el ABA de 10 megas y con eso no me serviría. No tengo la capacidad económica para hacer eso, entonces me queda trabajar en esos lugares aunque de broma puedo comprar comida”, dijo.

Así como el caso de Luis hay muchos otros. Testimonios de jóvenes que se suelen publicar en redes sociales como TikTok, relatan las malas experiencias en diferentes empleos, algo que se suele repetir en muchas empresas en el país. A continuación algunos de ellos:

@ackdar Hay mejores oportunidades de trabajo que esa créanme, a veces el sueldo no lo es todo, la salud mental es importante. #LiveOutlandish #mangobajito #trabajo #caracas ♬ Rock and Roll Session – Canal Records JP
@yanka130 story time de mi experiencia laboral en mundo total. les cuento un poco de lo que vivi ahí #explotacionlaboral #trabajo #Caracas @Mundo Total #sucesos ♬ sonido original – .🍓

Mujeres de mediana edad se la ven difícil

Las mujeres venezolanas ganan, en promedio, un 36,7% menos que los hombres, según la Encuesta Nacional de Condiciones de Vida (Encovi) 2024. Esta disparidad se debe a factores como la baja inserción laboral, pocas horas de trabajo por responsabilidades de
cuido, “techos de cristal” (discriminación para cargos altos), desvalorización de los empleadores, discriminación en “ámbitos masculinos”, autominusvaloración y protecciones legales discriminatorias.

Según un informe publicado en 2023 por la organización civil Prepara Familia, junto a la profesora Alba Carosio, las mujeres en Venezuela asumen mayoritariamente el rol de cuidadoras. Un dato relevante de este informe es que 95% de quienes cuidan a los pacientes pediátricos con enfermedades crónicas son las madres.

Alejandra* tiene 40 años y un hijo de 10. Durante muchos años se dedicó a ser ama de casa para poder ocuparse del hogar y su hijo mientras su esposo trabajaba, ya que no tenía otro apoyo en casa. Pero con la crisis económica un solo ingreso se volvió insuficiente. Ella vive en una zona popular de Caracas. En declaraciones ofrecidas a Runrun.es contó lo difícil que ha sido conseguir empleo.

“Desde hace años que estoy tratando de conseguir trabajo. He intentado meter currículo en tiendas de ropa, zapatos, panaderías y cuando voy a ver, solo aceptan personas entre 18 y 25 o 30 años. ¿Entonces eso quiere decir que ya uno, porque tiene 40 años, no sirve para trabajar? Es como injusto”, dijo.

Mucha gente le ha dicho a Alejandra que emprenda vendiendo tortas o cualquier cosa que sea barata y se venda rápido, pero ella es consciente de que para eso se necesita un capital y no lo tiene. No dispone de ahorros porque todo lo que entra se gasta en comida y colegio para su hijo.

“¿Cómo voy a emprender si para comprar cosas al mayor necesito por lo menos 100 dólares? Justo estoy buscando trabajo porque no tengo nada. Ni siquiera puedo hacer algún curso de uñas o cejas porque no dispongo del dinero para pagarlo. Además que hacer un curso tampoco garantiza nada, porque nadie quiere pagarle un servicio a una persona inexperta. Es difícil”, reflexionó.

La única oferta que recibió Alejandra fue para trabajar en la tienda de ropa de una amiga como encargada. A pesar de que ese cargo puede sonar muy bueno, el sueldo que le ofrecieron no es el mejor. Solo ganará 80 dólares semanales y tomando en cuenta los gastos en comida, pasaje, artículos de higiene personal y el colegio de su hijo, eso apenas dará para cubrir las necesidades más básicas, sin posibilidad de ahorrar, pero es lo único que le han ofrecido.

Cómo superar el reto del edadismo

En una conversación con Luis Ernesto Blanco, director editorial de Runrun.es, la profesora Olga Bravo, coordinadora del Centro de Gerencia y Liderazgo del IESA, advirtió que el edadismo —la discriminación por edad— representa un reto cada vez más urgente en Venezuela. “No solo moralmente está mal, sino que estratégicamente también es muy torpe y no es sostenible en el tiempo”, alertó.

Bravo explicó que la salida masiva de jóvenes y la inversión de la pirámide demográfica han dejado en el país al menos 5 millones de personas mayores de 55 años, muchas de ellas sin seguridad social ni pensiones suficientes.

A pesar del prejuicio que enfrentan, los adultos mayores en Venezuela tienen diversas oportunidades de inserción laboral si se replantean los esquemas tradicionales de trabajo, según señaló la profesora. Sobre esto, identificó cinco grandes opciones:

Empleo tradicional reinventado

“Estas personas silver pueden hacer muy buen trabajo haciendo de asesores o de mentores, o también como especialistas en gestión de crisis”, indicó. La experiencia acumulada de los mayores puede complementar la falta de cuadros medios en empresas que, por la migración, han tenido que promover jóvenes sin preparación suficiente.

Autoempleo y emprendimiento

Bravo fue enfática: “Si usted tiene una idea, emprenda. No se quede cruzado de brazos lamentándose porque nadie lo llama. El mercado laboral cambió. Ya hace unos años atrás la gente se peleaba por usted y ahorita nadie lo llama.”. Recordó que los mayores de 45 años tienen 70% más éxito que los emprendedores de entre 20 y 30 años.

Infoproductos y transmisión de conocimiento

Convertir saberes en cursos, ebooks o webinars es otra vía. Para ello, es clave la colaboración intergeneracional: “Cuando usted gestiona eficazmente la intergeneracionalidad, lo que va a obtener es un cóctel explosivo”.

Trabajo remoto

Desde entrada de datos hasta tutorías en línea o traducciones, las oportunidades son variadas. “No hay excusa, no tiene excusa con la edad. Cualquiera puede hacerlo. Realmente es cuestión de aprender”, sostuvo Bravo.

Modelos híbridos

Combinar varias de estas alternativas para generar ingresos y mantenerse vigentes.

Venezuela registra el mayor nivel de informalidad laboral en América Latina

El director general de la Asociación de Trabajadores, Emprendedores y Microempresarios (Atraem), Alfredo Padilla, alertó sobre la elevada informalidad laboral en Venezuela, que afecta a siete millones de personas dentro de una fuerza laboral que supera los diez millones.

En declaraciones que ofreció en días pasados a Unión Radio, Padilla señaló que mucha gente ha tomado el camino de la informalidad y trabajar por su cuenta “por necesidad”.

“Lo que hay es una realidad compleja, en un país de muy pocas oportunidades de empleo de buenos salarios, que sobre todo son los del sector privado, ha hecho que muchísima gente se dedique a trabajar por cuenta propia”, dijo.

Asimismo, destacó que alrededor de tres millones de personas califican como emprendedores con potencial para consolidar negocios. Sin embargo, subrayó que para que estas iniciativas puedan transformarse en empresas sostenibles, es necesario contar con políticas públicas adecuadas, un sistema tributario justo, acceso a seguridad social y ofertas de empleo decentes.

Este panorama adquiere mayor relevancia en el marco del Día Internacional de la Igualdad Salarial, que se conmemora para visibilizar las brechas de remuneración y la necesidad de que todos los trabajadores, independientemente de su género o condición laboral, puedan acceder a ingresos justos y oportunidades equitativas.

*El periodismo en Venezuela se ejerce en un entorno hostil para la prensa, con decenas de instrumentos jurídicos dispuestos para el castigo de la palabra, especialmente las leyes “contra el odio”, “contra el fascismo” y “contra el bloqueo”. Este contenido está siendo publicado teniendo en consideración las amenazas y límites que, en consecuencia, se han impuesto a la divulgación de informaciones desde dentro del país.

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