Entre 1990 y 2021, el calentamiento global del planeta producido por los gases de efecto invernadero ha aumentado casi en 50 %, principalmente por el incremento del dióxido de carbono (CO2) en la atmósfera.
Así lo registra el informe provisional “Estado del clima 2022”, publicado a principios de noviembre por la Organización Meteorológica Mundial (OMM), donde también se describe que los fenómenos meteorológicos extremos han batido récords durante los dos últimos años.
Solo desde 2020, el nivel del mar ha subido 10 milímetros; en 2021 el calor oceánico superó los límites; y 2022 ha sido un año “excepcionalmente duro” para los glaciares del mundo.
Para los expertos, cuanto mayor sea el calentamiento, mayores serán las consecuencias.
El 2021, las concentraciones de dióxido de carbono, metano y óxido nitroso -principales gases de efecto invernadero- alcanzaron nuevamente “niveles sin precedentes”.
El dióxido de carbono aumentó (en concentraciones) unas 415 partes por millón; el metano en 1.908 partes por millón; y el óxido nitroso en 334,5 partes por millón.
En porcentajes, el aumento ha sido de 149 % para el dióxido de carbono; de 262 % para el metano; y 124 % para el óxido nitroso, valores que constituyen un incremento de concentraciones respecto de los niveles preindustriales.
De acuerdo con datos de la OMM, el aumento de la concentración de metano fue el más alto jamás registrado y los niveles atmosféricos de los tres gases siguieron aumentando en 2022, lo que incidió en el aumento del calentamiento global.
El informe también registra que desde finales de 2020 prevalece un infrecuente “triple episodio” del fenómeno La Niña, el cual se espera continúe hasta finales de 2022.
Debido a La Niña, las temperaturas en el planeta se han mantenido “bajas” desde 2020, pero han sido más altas que las registradas durante el último episodio importante de este fenómeno en 2011.
A pesar de ello, “es solo cuestión de tiempo hasta que se bata el récord de año cálido jamás registrado”, dice la OMM.
El manto de hielo de Groenlandia perdió masa y, por primera vez, se registraron lluvias en vez de nevadas.
Solo los glaciares suizos perdieron 6 % de su volumen de hielo y, durante la temporada de verano, la acumulación de hielo fue nula. Los últimos 20 años, estos glaciares han disminuido en volumen de 77 kilómetros cúbicos a 49 kilómetros cúbicos, un descenso de más del tercio.
También, las repetidas acumulaciones de polvo del Sahara junto a olas de calor entre mayo y septiembre propiciaron la no acumulación de hielo.
Por otra parte, entre 2013 y 2022 el nivel del mar se ha duplicado en comparación con mediciones de 1993-2002; y solo entre enero de 2021 y agosto de 2022 el nivel de las aguas ha aumentado unos 5 milímetros, una aceleración debida a la intensificación del deshielo.
Para febrero de este año, la extensión del hielo marino antártico descendió hasta 1 millón 920 mil kilómetros cuadrados, el nivel más bajo del que se tiene constancia.
Es sabido por los expertos que el océano almacena 90 % del calor acumulado por las emisiones de gases antropogénicas, es decir, de la actividad humana.
Pero de acuerdo con el informe de la OMM, hasta los 2000 metros de profundidad oceánica siguieron calentándose hasta alcanzar niveles récord en 2021, un cambio irreversible en escalas temporales de cientos a miles de años.
En conjunto, 55 % de la superficie oceánica experimentó al menos una ola de calor marina en 2022, mientras que los períodos de frío marinos se circunscribieron al 22 % de la superficie de los océanos. Las olas de calor marinas son cada vez más frecuentes, a diferencia de lo que sucede con las olas de frío.
Informe provisional de la OMM
Fenómenos meteorológicos extremos batieron récords
Solo en África, con la sequía, estiman que para antes de junio de 2022, entre 18 y 19 millones de personas padecían una situación de crisis alimentaria o inseguridad alimentaria agua.
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Los organismos humanitarios advierten que otra estación con precipitaciones por debajo de la media provocará probablemente malas cosechas y agravará aún más la situación de inseguridad alimentaria en Kenya, Somalia y Etiopía.
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En Pakistán, las lluvias de julio y agosto provocaron inundaciones con 1.700 muertos, más de 33 millones de personas afectadas y casi ocho millones de desplazamientos. Las lluvias récord se produjeron justo después de una ola de calor extremo que afectó tanto a Pakistán como la India entre marzo y abril.
África también fue azotada por ciclones, lluvias torrenciales y crecidas devastadoras; al igual que en Cuba y el suroeste de Florida con el huracán Ian, que dejó víctimas mortales y afectados, además de daños en las zonas.
El informe de la OMM también deja constancia de las olas de calor sucedidas en China -con la ola de calor más extensa y el segundo verano más seco- y en Europa, donde en Reino Unido la temperatura superó los 40 °C por primera vez.
Además, se registran incendios forestales e inclementes sequías que, de acuerdo con el organismo internacional, irán en aumento si no se implementan planes de gestión de riesgos y alertas tempranas.
“Los fenómenos meteorológicos extremos se están intensificando, y por ello es más importante que nunca velar por que todos los habitantes de la Tierra tengan acceso a las alertas tempranas, dado que permiten salvar vidas”.
Petteri Taalas, secretario general de la OMM
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Entre 1990 y 2021, el calentamiento global del planeta producido por los gases de efecto invernadero ha aumentado casi en 50 %, principalmente por el incremento del dióxido de carbono (CO2) en la atmósfera.
Así lo registra el informe provisional “Estado del clima 2022”, publicado a principios de noviembre por la Organización Meteorológica Mundial (OMM), donde también se describe que los fenómenos meteorológicos extremos han batido récords durante los dos últimos años.
Solo desde 2020, el nivel del mar ha subido 10 milímetros; en 2021 el calor oceánico superó los límites; y 2022 ha sido un año “excepcionalmente duro” para los glaciares del mundo.
Para los expertos, cuanto mayor sea el calentamiento, mayores serán las consecuencias.
El 2021, las concentraciones de dióxido de carbono, metano y óxido nitroso -principales gases de efecto invernadero- alcanzaron nuevamente “niveles sin precedentes”.
El dióxido de carbono aumentó (en concentraciones) unas 415 partes por millón; el metano en 1.908 partes por millón; y el óxido nitroso en 334,5 partes por millón.
En porcentajes, el aumento ha sido de 149 % para el dióxido de carbono; de 262 % para el metano; y 124 % para el óxido nitroso, valores que constituyen un incremento de concentraciones respecto de los niveles preindustriales.
De acuerdo con datos de la OMM, el aumento de la concentración de metano fue el más alto jamás registrado y los niveles atmosféricos de los tres gases siguieron aumentando en 2022, lo que incidió en el aumento del calentamiento global.
El informe también registra que desde finales de 2020 prevalece un infrecuente “triple episodio” del fenómeno La Niña, el cual se espera continúe hasta finales de 2022.
Debido a La Niña, las temperaturas en el planeta se han mantenido “bajas” desde 2020, pero han sido más altas que las registradas durante el último episodio importante de este fenómeno en 2011.
A pesar de ello, “es solo cuestión de tiempo hasta que se bata el récord de año cálido jamás registrado”, dice la OMM.
El manto de hielo de Groenlandia perdió masa y, por primera vez, se registraron lluvias en vez de nevadas.
Solo los glaciares suizos perdieron 6 % de su volumen de hielo y, durante la temporada de verano, la acumulación de hielo fue nula. Los últimos 20 años, estos glaciares han disminuido en volumen de 77 kilómetros cúbicos a 49 kilómetros cúbicos, un descenso de más del tercio.
También, las repetidas acumulaciones de polvo del Sahara junto a olas de calor entre mayo y septiembre propiciaron la no acumulación de hielo.
Por otra parte, entre 2013 y 2022 el nivel del mar se ha duplicado en comparación con mediciones de 1993-2002; y solo entre enero de 2021 y agosto de 2022 el nivel de las aguas ha aumentado unos 5 milímetros, una aceleración debida a la intensificación del deshielo.
Para febrero de este año, la extensión del hielo marino antártico descendió hasta 1 millón 920 mil kilómetros cuadrados, el nivel más bajo del que se tiene constancia.
Es sabido por los expertos que el océano almacena 90 % del calor acumulado por las emisiones de gases antropogénicas, es decir, de la actividad humana.
Pero de acuerdo con el informe de la OMM, hasta los 2000 metros de profundidad oceánica siguieron calentándose hasta alcanzar niveles récord en 2021, un cambio irreversible en escalas temporales de cientos a miles de años.
En conjunto, 55 % de la superficie oceánica experimentó al menos una ola de calor marina en 2022, mientras que los períodos de frío marinos se circunscribieron al 22 % de la superficie de los océanos. Las olas de calor marinas son cada vez más frecuentes, a diferencia de lo que sucede con las olas de frío.
Informe provisional de la OMM
Fenómenos meteorológicos extremos batieron récords
Solo en África, con la sequía, estiman que para antes de junio de 2022, entre 18 y 19 millones de personas padecían una situación de crisis alimentaria o inseguridad alimentaria agua.
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Los organismos humanitarios advierten que otra estación con precipitaciones por debajo de la media provocará probablemente malas cosechas y agravará aún más la situación de inseguridad alimentaria en Kenya, Somalia y Etiopía.
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En Pakistán, las lluvias de julio y agosto provocaron inundaciones con 1.700 muertos, más de 33 millones de personas afectadas y casi ocho millones de desplazamientos. Las lluvias récord se produjeron justo después de una ola de calor extremo que afectó tanto a Pakistán como la India entre marzo y abril.
África también fue azotada por ciclones, lluvias torrenciales y crecidas devastadoras; al igual que en Cuba y el suroeste de Florida con el huracán Ian, que dejó víctimas mortales y afectados, además de daños en las zonas.
El informe de la OMM también deja constancia de las olas de calor sucedidas en China -con la ola de calor más extensa y el segundo verano más seco- y en Europa, donde en Reino Unido la temperatura superó los 40 °C por primera vez.
Además, se registran incendios forestales e inclementes sequías que, de acuerdo con el organismo internacional, irán en aumento si no se implementan planes de gestión de riesgos y alertas tempranas.
“Los fenómenos meteorológicos extremos se están intensificando, y por ello es más importante que nunca velar por que todos los habitantes de la Tierra tengan acceso a las alertas tempranas, dado que permiten salvar vidas”.
Petteri Taalas, secretario general de la OMM